Unos 20 vecinos del barrio San José de Hernandarias denunciaron que sus pozos de agua estarían contaminados con combustibles, ya que habría filtraciones de los carburantes, provenientes de dos surtidores adyacentes. Los afectados presentaron la queja ante la Municipalidad, afirmando que el agua expide un olor idéntico a gasoil, por lo que no puede ser utilizada. El caso es sumamente grave, ya que la ingesta de agua contaminada de esta forma podría atentar seriamente contra la salud de las personas.
La veintena de vecinos que residen en las calles Antequera y Pedro Juan Caballero presentaron una nota ante la Comuna, en la que expresan su preocupación y piden a la dirección de medio ambiente que realice las verificaciones. “Estamos teniendo problema al parecer de contaminación de los pozos de agua, ya que los mismos presentan un olor a combustible-gasoil, imposibilitando de esta manera el uso y consumo normal del vital líquido, razón por la cual solicitamos su intervención, a través del departamento de Salubridad, Higiene y Medio Ambiente, a fin de que se arbitren los medios para detectar las posibles causas y hallar una solución definitiva, ya que demás está decir la importancia y lo imprescindible del uso del mismo dentro del hogar y los comercios”, reza parte de la nota presentada a la Comuna, a cargo del intendente Rubén Rojas (ANR).
Luego de la presentación de esta nota, el juzgado de faltas, a cargo del abogado Oscar Cardozo, realizó la intervención y se encontró que en las inmediaciones se hallan dos estaciones de servicios, y se cree que los tanques podrían estar perdiendo el líquido, y el mismo filtrando en los pozos de las viviendas cercanas.
Al ser consultado el concejal Alberto Báez (PLRA) sobre el caso, afirmó que durante la sesión de hoy de la Junta Municipal hernandariense solicitaría informes sobre lo ocurrido.
SERIO RIESGO
La presencia de estaciones de servicio en medio de viviendas representa un riesgo, ya que, se sabe de la peligrosidad de la ingesta de agua contaminada con el carburante, lo que resulta altamente tóxico para el ser humano. Aun así, las municipalidades del Este del país, y varios de otras regiones, siguen habilitando gasolineras sin importar la distancia reglamentaria establecida por el Ministerio de Desarrollo Sustentable y del Ambiente (MADES). La misma recomienda que los puestos de expendios de combustible estén ubicados a un kilómetro de residencias.