El obispo de Ciudad del Este, monseñor Guillermo Steckling, tomó la decisión de suprimir la Comunidad Misionera de Jesús (CMJ) de Hernandarias, debido a supuesta radicalización de algunos miembros y por injerencias políticas, hasta de grupos internacionales que van en detrimento de la doctrina católica. La determinación tiene que ver con informes recabados desde el 2018 mediante visitas canónicas y que fueron puestos a conocimiento del obispo. La Diócesis emitió un comunicado y luego realizó una conferencia de prensa de modo a exponer los motivos de la decisión.
La Comunidad Misionera de Jesús (CMJ) fue creada hace 20 años, y fue reconocida por el extinto obispo Rogelio Livieres Plano, destituido en el 2014. La doctrina de Livieres aparentemente se seguía implementando en la comunidad. En abril de este año, su fundador, Jorge Miguel Martínez, fue destituido de su cargo de párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Hernandarias.
“Esta decisión es el resultado de visitas canónicas desde el 2018 y los recientes informes del comisariato que ha recabado datos y puesto a conocimiento del Sr. Obispo”, menciona parte del comunicado emitido por la Diócesis ayer. Las razones también fueron expuestas por monseñor Guillermo Steckling en conferencia de prensa.
“La Diócesis de Ciudad del Este tiene unas 50 parroquias, muchos movimientos apostólicos, comunidades de retiros, grupo que necesita un camino común que se expresa en el plan de pastoral diocesano en este contexto de la visita de largo tiempo a la comunidad se tomó la decisión. Se trata de cosas internas de la iglesia, no hablo de personas porque sería injusto, no hay problemas de moralidad, los motivos son las formas de celebración de liturgias, es particular, difiere del plan pastoral, preocupa la formación de muchos jóvenes”, manifestó.
“Esta decisión no es el fin del mundo para nadie. Aquí nadie va preso, nadie es censurado en público, se trata de organizarnos mejor como iglesia, y espero que los sacerdotes y hermanas sigan trabajando. Tendrían que reorganizarse o también podrían pedir ayuda de otras congregaciones, entrar en otros seminarios para seguir su formación”, declaró Steckling
“No se hizo lo que se debía hacer”, acotó el prelado. Entre estos motivos apuntó la radicalización de algunos miembros y la conexión con grupos políticos, contactos internacionales en redes con grupos radicales similares. Referente al padre Jorge Miguel Martínez, señaló que como miembro de la Diócesis se hablará con él de modo a asignarle en otras parroquias a cargo de otros sacerdotes para cumplir con sus obligaciones. Instó a la comunidad hernandariense que prácticamente “veneran” a Martínez a seguir practicando la fe independientemente a quienes estén al frente de las parroquias.