Voluntarios llevan agua y alimentos a familiares de enfermos con Covid-19

Grupo de voluntarios llevando marmitas cada viernes al Hospital Integrado.
Un grupo de 30 voluntarios de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del km 7, ubicada en el barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este, desde hace dos meses, vienen trabajando para entregar semanalmente un poco de alimentos a cientos de personas, que pacientemente esperan noticias de sus familiares enfermos de Covid-19 y que están internados en el Pabellón de Contingencia del Hospital Regional y el Hospital Integrado Respiratorio.
El Padre Fulgencio Ferreira, conocido en la comunidad por su espíritu solidario, comentó que están trabajando con un grupo de personas para llevar marmitas con comidas cada viernes al Hospital Regional y al Hospital Respiratorio. Dijo que a pesar de la difícil situación económica que vive la ciudad, no falta la mano solidaria que provee de lo necesario que permite semanalmente cumplir con este gesto de solidaridad.
Cientos de personas que, provenientes de distritos lejanos del interior del departamento, incluso de otras zonas, para acompañar al familiar enfermo de Covid-19, están pasando por momentos complicados, muchas ya sin ningún tipo de recurso, al punto que no tienen ni para comer, pero con la fe puesta en Dios que el familiar enfermo superará enfermedad.
El sacerdote mencionó que viendo esta situación están trabajando. Uno grupo se encarga de cortar la verdura los jueves y el viernes en horas de la tarde se empieza a cocinar la comida que se distribuye para la cena del viernes. Además llevan agua y pañales para los pacientes que están en las unidades de terapia intensiva.
“Yo tengo un equipo, los jueves cortamos las verduras y los viernes a partir de las 15 empezamos a cocinar. Llevamos 200 viandas, acompañado de botellas de agua, que distribuimos entre los dos hospitales para enfermos respiratorios, además de 40 pañales para las personas que están entubadas. Hace dos meses que estamos trabajando en esto”, comentó.
MENSAJE
También con esta tarea se busca también transmitir un mensaje positivo, que les levante el ánimo y la fe de pronto va a superar el mal momento que le toca vivir, escribiendo mensajes por las tapas de las marmitas.
Para ello las tareas están bien distribuidas. Un grupo de 8 personas se encarga de cortar la carne y las verduras los jueves. “Un equipo de 8 a 10 personas que cocinar y cargar y otro equipo de cuatro personas que escriben mensajes de esperanzas por las tapas de las marmitas. En cada lugar tenemos personas que reparten en IPS y en el Hospital Regional”.
El Padre Ferreira enfatizó que este momento crítico que nos toca vivir desde el aspecto económico, sanitario y psicológico, también despierta una característica propia del paraguayo que es la solidaridad. La situación no es fácil para nadie. Este virus vino a poner a todos por igual, ricos y pobres, por lo que el gesto solidario demostrado por muchas personas desde el anonimato es digno de destacar.
En cada barrio, en cada cuadra, el virus viene golpeando con fuerza, a muchos les costó la vida, otros se están recuperando, otros quedaron muy endeudados por los gastos que ocasiona, pero hay que seguir adelante con fe de que todo va a estar mejor. Son muchos los grupos de voluntarios, que, desde el anonimato, que cada día llevan alimentos y otras necesidades a las personas que están en los hospitales detrás de sus familiares.
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