La tecnología en la educación es algo que se quedará en la actualidad, por lo que hay que adaptarse a ella. Todas las herramientas tecnológicas fueron de utilidad para las enseñanzas en el 2020 y se prevé nuevamente para este año lectivo, pero esto a la larga, puede tener consecuencias negativas. Esto porque debido al uso extendido de pantallas por parte de niños y adolescentes para las clases virtuales y otros fines, podría aportar males en la vista y el cuerpo en general.
Las cuatro horas de clases virtuales frente a la computadora, celular o tablet es el ritmo que retomarán los niños y adolescentes como actividad escolar y fuera de esto se debe tener en cuenta no extender el uso debido a los daños que puede producir, dice el Profesor Doctor Jimmy Hassel Jiménez, jefe de la Cátedra y Servicio de Pediatría del Hospital de Clínicas.
“La ventaja es que los niños son unos adaptadores perfectos; pero siempre se debe saber hasta qué punto se encuentran inmersos en ella. Lo principal es que los niños no estén muchas horas delante de la pantalla”, recomendó el profesional.
RECOMENDACIONES
No permitir que pasen muchas horas delante de la pantalla; hacerlo puede causar daños de todo tipo, inclusive una dependencia. Los padres y profesores deben marcar horarios de estudio y recreación en lapsos razonables, además de mantener una evaluación oftalmológica, de manera a encontrar la refracción adecuada y poder visualizar correctamente, las distancias lejana y cercana.
Ante la importancia de la postura, recomiendan que la pantalla esté a la altura de los ojos, para que, de tal forma, al sentarse sea un hábito normal; no adoptar posturas encorvadas por cansancio o hiperflexionarse. Y respecto a los riesgos del mundo cibernético, se sugiere el acompañamiento de los padres y cuidadores, también a que los mismos mantengan la calma y que sigan las indicaciones de prevención.