Hilarión Vázquez durante su internación en el Hospital Regional de CDE.
El Hospital Regional de Ciudad del Este no cuenta con medicamentos para muchos de sus pacientes, por lo que los familiares deben compran los remedios por valores elevados de dinero. Es la situación actual que pasa la familia de Hilarión Vázquez (81), quien lamentablemente falleció el miércoles último. Sus parientes realizaron el domingo una pollada para pagar la deuda contraída para la compra de medicamentos, durante los cuatro días que estuvo internado el adulto mayor en este centro asistencial.
Hilarión Vázquez estaba internado desde el domingo 21 de febrero por cáncer de próstata, y ante los varios estudios que se le practicó, también le detectaron neumonía, pero según los profesionales de la salud, falleció por un paro cardiaco, explicó Marcela Vázquez, nieta del octogenario. Añadió que su abuelo ni siquiera completó 24 horas de haber estado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), ya que partió a las 20:00 del miércoles.
Vázquez lamentó que el Hospital Regional no cuente con las necesidades básicas y los medicamentos. “Nos dan la receta y si no hay en la farmacia del hospital ya te toca comprar. Nos mandaron comprar guantes, algodón, pañal, leche, y también los remedios. El doctor cada rato te sale con receta nueva, y no son de 50 o 100 mil guaraníes, son caros, alcanzan entre 500 mil o un millón de guaraníes”, especificó.
Añadió que la familia compró la mayoría de los medicamentos e invirtió más de ocho millones durante los 4 días de estadía en el centro asistencial. La pollada de ayer debía realizarse para recaudar fondos y adquirir más remedios, pero ante la partida del abuelo, el monto recaudado será para pagar a quienes prestaban el dinero para la compra de las necesidades. “Vamos a pagar de a poco la deuda”, dijo Vázquez.
La nieta contó que, a pesar de cumplir con todos los pedidos de los profesionales de blanco, perdieron a su ser querido, y recordó que hay muchas familias que pasan esta situación diariamente, ya que el hospital es público y recibe a mucha cantidad de personas de escasos recursos y otros en situación altamente vulnerable. “Si no tenés plata, en media hora se te muere el pariente”, lamentó una vez más la mujer. “Por algo la gente va ahí, sí teníamos dinero, iríamos al privado”, finalizó.
