Local de Trafo Líder reparación de transformadores eléctricos, ubicado en el km 8, lado Acaray, donde ocurrió el millonario robo.
Dos delincuentes motorizados tomaron por asalto un local de reparación de transformadores eléctricos y, tras rendir violentamente al encargado y a otro funcionario, se alzaron con G. 25 millones y un cheque por valor de G. 5 millones. Los asaltantes que tenían cascos protectores y estaban armados con un revólver solo necesitaron 60 segundos para materializar el atraco que ocurrió ayer, alrededor de las 13:00, en el km 8, lado Acaray, fracción Jardín del Este de esta ciudad.
Según los datos, a la hora indicada los delincuentes llegaron al local denominado Trafo Líder reparación de transformadores eléctricos, ubicado en el km 8, lado Acaray, fracción Jardín del Este de esta ciudad, detrás mismo de la concesionaria Cuevas Hermanos.
Ambos estaban a bordo de una motocicleta de la marca Kenton, modelo GTR 150, de color negro. El conductor es un sujeto de cutis blanco, estatura alta, cabellos rubios, vestía remera de color rojo y pantalón vaquero de color negro, mientras que el acompañante es de cutis blanco, estatura baja, vestía una remera de color verde y short negro, quien portaba arma de fuego.
Apenas llegaron al lugar redujeron violetamente a Jacinto Ramón Martínez (44), domiciliado en esta ciudad, encargado del local, y Jorge Rodríguez Miranda (32), domiciliado en el km 20 Monday de la ciudad de Minga Guazú. Ambos fueron obligados a permanecer en el suelo, mientras el dúo de asaltantes exigía la entrega del dinero que sería utilizado para el pago a proveedores e insumos. En total llevaron G. 25.000.000 en efectivo y un cheque, cargo del banco Itaú, por valor de G. 5.000.000.
Una vez que lograron su objetivo, los marginales se dieron a la fuga con rumbo desconocido.
INFORMACIÓN PRECISA
Los investigadores sospechan de que algún empleado infiel o alguien que conoce la empresa facilitó los datos precisos a los malvivientes, pues resulta llamativo que los bandidos llegaron y preguntaron directamente donde estaba el dinero, asegurando que había efectivo en el sitio. Lamentablemente, el local no cuenta con cámaras de circuito cerrado para facilitar el trabajo a los investigadores.
