El Ministerio Público descartó que una mujer haya resultado víctima de feminicidio, aclarando que la misma murió electrocutada, conforme al diagnóstico de la médica forense, Dra. Raquel Cáceres. Se trata del caso que se registró en la noche del sábado 24 de octubre, en Área 5 de Presidente Franco. Intervino en el hecho la fiscal Liliana Denice Duarte.
La fallecida está identificada como Adriana Vanesa González. Su cuerpo fue encontrado en la entrada a la habitación de un inquilinato, a las 03:30 del domingo luego de unas 5 horas de producirse su fallecimiento.
Presentaba “rigidez cadavérica, livideces moderadas, sin proceso de putrefacción. Se constató además lesiones post morten en el cuello y región superior de la espalda, producidas por hormigas (ácido fórmico) en gran cantidad”, refiere el informe de la profesional médica.
Inicialmente, los familiares y allegados de la víctima denunciaron el hecho como supuesto feminicidio, considerando que el concubino se había ausentado de la casa. Sin embargo, según informó la fiscal Liliana Duarte, no se constató lesiones de defensa ni ataque en Adriana Vanesa.
La afectada sí presentaba lesiones en el miembro superior izquierdo, en la palma de la mano, eritema de forma lineal de dos centímetros de largo y tres de ancho, pero las mismas serían rastros de sus uñas. La mujer habría cerrado fuertemente el puño, tras sufrir la descarga eléctrica, circunstancia en que se produjo las heridas, según el dictamen forense. El cadáver estaba tendido en el suelo, en la entrada de la habitación, donde igualmente se constató un enchufe en desperfecto, que habría sido el que provocó la descarga eléctrica. El cuerpo de la víctima fue entregado a la madre, de nombre Adolfina González Giménez. La Dra. Raquel Cáceres le explicó detalladamente la causa de la muerte.
TENÍA ORDEN DE CAPTURA
El concubino de la fallecida, de nombre Sergio Galeano dos Santos, que fuera sindicado como presunto autor, se habría ausentado del lugar y avisado a su hermana para que comunique el hecho a la Policía. Pero, el hombre volvió a la casa voluntariamente y se puso a disposición de la Fiscalía.
Argumentó que no se había quedado en el lugar, debido a que pesaba en su contra una orden de captura, situación corroborada por el Sistema Informático de la Policía Nacional. Incluso, el hombre accedió voluntariamente a ser inspeccionado por la forense, no constatándose lesiones.
Cabe mencionar que al momento del procedimiento, los hijos de la pareja no se encontraban presentes en el lugar del hecho.