Una nueva muestra de que en la Gobernación de Alto Paraná no solo impera el “chonguismo” sino también la haraganería y los vicios salieron al tapete en estos días. Al menos, es lo que revelan las imágenes a las que accedió La Clave, en donde se observan a funcionarios y gente “de confianza” de los jefes, farreando e ingiriendo bebidas alcohólicas en horario laboral. Todo esto contaría con el beneplácito y la venia del gobernador Roberto González Vaesken, cuyo estilo de vida errática y desenfrenada sirve de “estímulo” a sus subalternos, que pretenden emular a su jefe.
Periodistas de La Clave accedieron a fotografías en las que se observan a funcionarios de la Gobernación ingiriendo bebidas alcohólicas en horario de trabajo. En una de las imágenes se ve a un funcionario, que sería Bernardo Pereira, además de un operador mecánico (el que sujeta una latita de cerveza), que sería protegido de José López, secretario de transporte del gobierno regional, actualmente suspendido en sus funciones por malos manejos.
También se observa en la gráfica a Dahiana Ortiz (de remera rosada, con logotipo de la Gobernación), quien presuntamente sería la amante del Lic. Clide Mereles, secretario privado del gobernador González Vaesken y uno de los más influyentes del entorno del titular del ejecutivo departamental.
Cabe recordar que días pasados fueron viralizadas fotografías de Mereles con la joven que, si bien no es funcionaria de la institución, se encarga de la distribución de los kits de víveres. De acuerdo con los informantes, la misma “hace y deshace” en el depósito del gobierno regional, conjuntamente con otra joven, Nathalia Chamorro, que sí es funcionaria y sería “protegida” del abogado Reinaldo Sánchez Canales, director de planificación y control de la Gobernación de Alto Paraná y actualmente también interino de la secretaría de transporte, ya que José López está bajo sumario administrativo por presunto abuso con bienes del Estado.
Hay presunciones que Dahiana Ortiz busca proyectarse políticamente para integrar la juventud colorada, de la mano de su “padrino” Clide Mereles. De todo esto ya estaría en conocimiento el gobernador Roberto González, quien, sin embargo, no logra poner orden en la institución, ya que también lleva una vida desenfrenada, exhibiéndose constantemente con su pareja veinteañera, tras separarse de su esposa, Darcy González, quien, en su momento, incluso lo había acusado de “pedófilo” y de realizar orgías con menores de edad.