Empresarios y comerciantes de Ciudad del Este admiten que el proceso de reactivación del comercio de frontera será lento, tras la apertura del Puente de la Amistad y para que ello ocurra aseguran que será vital tener una herramienta válida que pueda asegurar condiciones similares a las tiendas francas de Foz de Yguazú.
La habilitación de locales comerciales bajo el régimen de Duty Free en Foz de YguaZú, Brasil, sigue generando preocupación en los comerciantes de Ciudad del Este. En estos espacios, creados en el 2012 y que pueden operar en 32 ciudades gemelas brasileras, el tributo que pagan todos los productos que se ofertan de este lado del puente, es solo del 6%.
Vale decir que para poder mejorar ese precio, Paraguay tendría que aplicar un tributo menor. La propuesta de los comerciantes locales es del 4% y ya hay un proyecto presentado en la Cámara de Senadores, actualmente en estudio.
“Ahora, para volver a empezar, va a ser todo un desafío. Hay que hacer un esfuerzo, porque nuestro Gobierno, como sabemos, durante la pandemia, se llevaron a cabo varias reuniones y en ninguno de los casos se concretó los pedidos que hicieron los comerciantes”, lamentó la empresaria Natalia Ramírez Chan.
En este contexto, dijo que como empresaria pide la sanción de una ley que beneficie a la competitividad al comercio de frontera. “Sería bueno el apoyo del Gobierno, aparte de poder abrir de a poco la frontera para que puedan cruzar los clientes, que nos den una ley que nos garantice competitividad, eso será fundamental para todos, tener buenos precios es vital en el comercio”, sostuvo.
“Me gustaría que el Gobierno apruebe regímenes similares a los aplicados en Brasil, para adoptarlos para las tiendas de fronteras, con impuestos beneficiosos, porque durante la pandemia ya se habilitaron varias tiendas Duty Free en Foz de Yguazú. Vamos a empezar de cero y con una competencia que no teníamos el año pasado”, agregó.
REACTIVACIÓN LENTA
La empresaria comentó que en el sector comercial hay conciencia de que el proceso de reactivación no se dará de la noche a la mañana. “Sabemos que va a ser una reactivación lenta, que es difícil que todos quieran venir a comprar, pero hay un grupo de personas que está pendiente de la apertura del puente, porque también es su subsistencia, su forma de ganarse la vida de comprar mercaderías y llevar al Brasil”, en referencia a los sacoleiros que a lo largo de estos años se constituyó en una toda una forma de vivir en el vecino país.
Reconoció que los brasileños no tuvieron el mismo tratamiento de la pandemia, como en Paraguay donde el Gobierno obligó a la población a esconderse del virus en sus casas a un costo muy alto económicamente.
“Nuestro Gobierno, realmente nos hizo tener mucho miedo y nos pedía que nos quedemos en casa. En Brasil no tuvieron ese encierro tan fuerte, no tienen tanto ese miedo, no ven a la enfermedad como nosotros vemos, es por eso que creo que vamos a tener clientes”.