El concejal municipal de Ciudad del Este, Herminio Coravalán, se lavó las manos sobre el problema de la instalación indiscriminada de surtidores en la capital del Alto Paraná. El edil sostuvo que la Junta Municipal no puede hacer nada, porque hace poco sus colegas derogaron una ordenanza municipal que exigía una distancia mínima de 1.000 metros entre una gasolinera y otra. Ahora, la normativa dice que pueden instalarse en un radio de 300 metros.
Corvalán fue abordado sobre la aprobación de la habilitación de tres estaciones de servicio, que se dio en una llamativa sesión extraordinaria llevada a cabo el lunes en horas de la tarde, señalando que no puede hacer nada porque “se ha derogado la ordenanza que era la única arma que la Junta tenía para evitar las instalaciones de surtidores”.
También aseveró que el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable (MADES) aprueba dichas instalaciones, al igual que la división de gestión ambiental, de la comuna de CDE. Dijo que no podrá convencer a sus colegas para que ideen ordenanzas para regular y preservar el medio ambiente y la salud de la población. Según el MADES, la instalación de los surtidores sin respetar las leyes ambientales puede derivar en contaminación de acuíferos y pozos, tal como ocurrió en el departamento Central, con el acuífero Patiño.