Mientras Ciudad del Este se debate en la peor crisis económica desde su fundación, los aduaneros corruptos, con la complicidad de funcionarios de Puertos y la Armada Paraguaya, siguen llenándose los bolsillos, al permitir la entrada de camiones cargados de mercadería contrabandeada, que ingresan supuestamente “en lastre” (vacíos), pero en realidad están cargados de productos ilegales, que nutre a los centros de abastecimiento popular del Este y otros puntos del país.
La evidencia más clara y contundente de esta realidad es el hecho de que el mercado de abasto de Ciudad del Este y demás centros de abastecimiento popular en otros distritos cabecera del departamento –e incluso de otros puntos del país– están abarrotados de mercadería contrabandeada, ingresada desde territorio brasilero. Azúcar, huevos, gaseosas, aceite, todo tipo de productos frutihortícolas, son ofertados a precios reducidos, considerablemente más bajos que los productos nacionales.
Esta situación evidencia claramente que persiste el vil esquema de contrabando, que está convirtiendo en “millonarios” a los funcionarios aduaneros, portuarios y de la Marina. El modus operandi es sumamente sencillo: los camiones ingresan a nuestro país por el Puente de la Amistad supuestamente “en lastre” (vacíos), sin embargo, en realidad están cargados de contrabando. Lógicamente, el paso libre otorgado por los funcionarios no es “gratis”, los contrabandistas pagan un considerable canon en materia de coima, no obstante, aún así es “negocio” ingresar este tipo de mercadería, que luego es vendida en el mercado de abasto local y otros puntos.
Fuentes fidedignas que saben cómo opera el esquema aseguran que los principales responsables de esta situación son el administrador local de Aduana, Nelson Leonor Fleitas, y su “número dos”, el subadministrador Max Antonio Carvallo, alias “pastor coimero”, encargado del Centro de Trámites Aduaneros (CTA). Ambos son funcionarios “de confianza” del director nacional de Aduanas, Julio Fernández, de acuerdo con los datos. Otra pieza fundamental dentro del esquema es Rubén Talavera, funcionario apostado en el portón de salida de la Aduana, quien debe dar el “visto bueno” para el paso del contrabando, de acuerdo con los informes arrimados por personas vinculadas al millonario esquema.
Igualmente, integran este “equipo recaudador” funcionarios de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), en la figura del administrador Jorge Portillo Recalde y su jefe de operaciones, Leónido Britos. Pese a los cuestionamientos de productores y comerciantes, que registran millonarias pérdidas a raíz del ingreso masivo del contrabando, los mismos cuentan con el apoyo irrestricto del presidente de la ANNP, Rubén Carmelo Valdez Cuéllar.
A todo esto se suman los militares del Área Naval del Este, bajo mando del capitán de navío Cristhian José Rotela Valdez, quienes en estos tiempos de pandemia y cuarentena han adquirido verdaderos “súper poderes” y potestades de control nunca antes vistos. Se convirtieron prácticamente en “amos y señores” de la zona primaria, por lo que ni una persona o vehículo puede pasar sin el “visto bueno” de los marinos. Es imprescindible entonces que aduaneros, portuarios y militares trabajen “en equipo” y se repartan los millonarios ingresos por permitir el ingreso de mercadería ilegal.
Cabe mencionar que desde hace dos meses, ya no se realizan decomisos importantes de contrabando en la zona primaria u otros puntos del departamento, lo cual evidencia que los aduaneros están dejando pasar todo, llevando en cuenta que los mercados de abasto siguen abarrotados de productos frescos de contrabando, todos los días.