Fardos y más fardos de azúcar de origen brasilero, que abarrotan locales comerciales del mercado de abasto, ingresaron de contrabando al país con la anuencia de aduaneros, portuarios y de la Marina.
El mercado de abasto de Ciudad del Este, así como sus “satélites” en Presidente Franco, Hernandarias y Minga Guazú, está abarrotado de productos contrabandeados, constituyendo esto la radiografía y la prueba irrefutable de que el contrabando goza de “muy buena salud” en la triple frontera, gracias a la acción desleal y corrupta de los funcionarios aduaneros, portuarios y de la Marina, cómplices directos de los contrabandistas. Pese a la constante “rotación” de funcionarios y a las promesas, todo sigue igual en la zona primaria, en donde los camiones “en lastre” ingresan cargados con productos, sin pagar impuesto alguno, salvo las coimas para los funcionarios públicos.
En un breve recorrido por el mercado de abasto de la capital departamental, periodistas del diario La Clave detectaron una enorme cantidad de productos contrabandeados que estaban siendo ofertados en los negocios. Azúcar, pollo, huevos, gaseosas, aceite, todo tipo de productos frutihortícolas, estaban siendo ofertados a precios reducidos, con los cuales no puede competir la producción nacional, que opera legalmente.
Misma situación se registra en los grandes centros de abastecimiento popular de los demás distritos cabecera del departamento, según pudimos constatar. Esta situación evidencia claramente que persiste el vil esquema de contrabando, que está convirtiendo en “millonarios” a los funcionarios aduaneros, portuarios y de la Marina. El modus operandi es sumamente sencillo: los camiones ingresan a nuestro país por el Puente de la Amistad supuestamente “en lastre” (vacíos), sin embargo, en realidad están abarrotados de productos de contrabando. Tras el pago de la coima pertinente, se les permite pasar sin inconveniente alguno.
RESPONSABLES DEL ESQUEMA
Los principales responsables de este esquema corrupto son, acorde a lo indicado por las fuentes, el administrador local de Aduana, Nelson Leonor Fleitas, y su “número dos”, el subadministrador Max Antonio Carvallo, alias “pastor coimero”, encargado del Centro de Trámites Aduaneros CTA. Los mismos serían funcionarios “de confianza” del director nacional de Aduanas, Julio Fernández, de acuerdo a los datos. Otra pieza fundamental dentro del esquema es el aduanero Rubén Talavera, apostado en el portón de salida de la Aduana, quien debe dar el “visto bueno” para el paso del contrabando, según indicaron los informantes.
El otro “eje” del ingreso masivo de contrabando es la Administración Nacional de Navegación y Puertos ANNP, en donde los nuevos hombres “fuertes” del esquema son el administrador Jorge Portillo Recalde, y su jefe de operaciones, Leónido Britos. Los mismos tienen el respaldo irrestricto del novel presidente de la ANNP, Rubén Carmelo Valdez Cuéllar. Tampoco hay que olvidar a los funcionarios de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), quienes están apostados en la Aduana y zonas aledañas, pero de cada camión que pasa, reciben el “canon” correspondiente. Finalmente, no se puede olvidar a los efectivos militares del Área Naval de la Marina, bajo mando del capitán de navío Cristhian José Rotela Valdez, quienes igualmente forman parte del nefasto esquema de ingreso de contrabando.
Hay que recordar que la última caída importante de contrabando en la región fue el pasado 3 de agosto, cuando un camión cargado de mercadería ilegal cayó en el barrio Don Bosco de CDE. Desde entonces, ya no hubo requisas importantes. Además, aquel caso quedó prácticamente en el olvido, sin funcionarios públicos imputados o siquiera sumariados, pese a la evidente complicidad existente de los mismos para con el contrabando.
