La Secretaría de Industria y Comercio de la Gobernación del Alto Paraná registra hasta la fecha más de 13.000 solicitudes de créditos en el Banco Nacional de Fomento (BNF) de parte de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Esto a raíz de los embates de la pandemia del coronavirus (Covid-19), que dejó severas pérdidas a las empresas de la región. En algunos casos, la paralización de actividades obligó a que muchos negocios cierren sus puertas al público definitivamente. Sin embargo, pese a la situación devastadora, la banca pública, a duras penas, solo aprobó unos 700 préstamos, lo que corresponde un poco más del 5% de la demanda.
En el marco de la emergencia sanitaria y económica, las mipymes son las que más sufren con la falta de agilidad de las entidades bancarias, que no dan pronta respuesta a sus solicitudes de financiación para “salvar” el negocio. El principal reclamo del sector a BNF, que demora más de 45 días en responder a los pedidos de préstamos. El propio presidente del ente, Carlos Florentín, reconoció que “están sobrepasados debido a la excesiva demanda”, sin embargo, no han presentado una medida de acción para mejorar y agilizar la atención a este sector, cuyos emprendimientos van desapareciendo.
Cansada de esperar, una de las afectadas, contactó con la redacción de este diario y relató su experiencia, cuya identidad mantendremos en anonimato. “Me llamaron de BNF y me dijeron que mi crédito no va a salir porque mi capital del IRE (Impuesto a la Renta Empresarial) me marca como tope G. 250 millones y yo pedí G. 350 millones (…) después de tres meses me llaman para informarme, luego de que me pidieron mil documentos”, lamentó. La misma, recurrió a un préstamo en el BNF, pero el pedido le fue rechazado.
MIPYMES, ABANDONADAS
Para los emprendedores acceder a un préstamo del BNF es tarea imposible, teniendo en cuenta las trabas que la misma entidad bancaria pone. Por su parte, los directivos se lavan las manos con la excusa de que se encuentran rebasados, debido a la gran cantidad de pedidos que reciben, pero tampoco mejoran las condiciones para responder a la demanda, denuncian.
Otra queja recurrente es la falta de claridad para acceder a los préstamos de la banca estatal. Incluso, la entidad habilitó correos electrónicos y números telefónicos para supuestas inspecciones, pero ni siquiera responden a las sugerencias de los interesados. En la mayoría de los casos, los jefes regionales, en lugar de dar respuestas y soluciones, hacen caso omiso a las peticiones. Es más, la entidad bancaria, estaría brindando tratos preferenciales a las solicitudes presentadas por personas con padrinos políticos.
INTERCEDER Y CORREGIR
La secretaría de industria y comercio de la Gobernación del Alto Paraná registró desde el inicio de la pandemia por coronavirus más de 13.000 pedidos de créditos, de los cuales el 10% son de otros departamentos, como Canindeyú y Caaguazú. En ese contexto, más de 700 concesiones fueron aprobadas por la banca pública en el Este. Al respecto, Iván Airaldi, secretario de dicha dependencia, dijo que la falta de infraestructura del BNF dificulta aún más el escenario para las micro, pequeñas y medianas empresas. “Ya pasaron 90 días y no corrigen los errores”, lamentó el funcionario en relación a la excesiva demora del Banco Nacional de Fomento, haciendo un llamado a interceder y corregir los errores de la banca financiera.