Una de las dependencias policiales más “destacadas” por su inoperancia es el Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional, regional Alto Paraná. En los últimos cuatro meses que ya dura la cuarentena por la pandemia del Covid-19, el único “resultado” de los agentes de esta repartición es la requisa de 5,4 gramos de crack y la detención de un microtraficante. En contrapartida, efectivos de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y de la Armada Nacional, juntos ya incautaron toneladas de drogas en el Alto Paraná. Fuentes aseguran que los antinarcóticos de la Policía, más bien se dedican a “proteger” a poderosos narcotraficantes, en vez de cumplir con las funciones para las cuales perciben un salario del Estado.
El combate al narcotráfico en el Alto Paraná no es de lo más eficiente, pero especialmente se destacan por su inoperancia e incompetencia los efectivos del departamento antinarcóticos de la oficina regional de la Policía Nacional. Periodistas de La Clave realizaron una breve encuesta, en la que quedó evidenciado que en los cuatro meses que ya dura la cuarentena por el Covid-19, los agentes de esta oficina “lograron” apenas la incautación de 5, gramos de crack y la captura de un apocado microtraficante.
SENAD
Comparativamente, la Senad, en el mismo lapso de tiempo, logró la incautación de 98 toneladas de marihuana; 7.890 dosis de crack y 9 kilos de cocaína. Asimismo, los antidrogas procedieron a la detención de 18 personas, requisaron 4 vehículos y 131 armas de fuego.
Cabe destacar que, en un solo procedimiento, llevado a cabo el 15 de junio último en la reserva forestal de Itaipú, en Puerto Indio (Mbaracayú), los agentes de la Senad se incautaron 3.429 kilos de marihuana prensada, cuyo valor aproximado rondaría el millón de dólares.
ARMADA
La Armada Paraguaya continúa firme en la lucha frontal contra el narcotrafico que, desde en marzo hasta la fecha, ha incautado alrededor de dos toneladas de marihuana en Alto Paraná. En diferentes procedimientos fueron decomisados un total de 1.913 kilos de marihuana prensada en las zonas de Remansito, San Miguel, Itabó, Tres Fronteras y Topehyi.
Estos procedimientos fueron ejecutados con patrullas fluviales, aéreas y terrestres que refuerzan los sectores limítrofes con Brasil.
Según los militares, el valor aproximado de lo requisado si llegara al mercado brasilero sería de unos USD 960.000, lo que representa una gran pérdida para los narcotraficantes.
POBRE GESTIÓN Y PROTECCIÓN A NARCOS
El departamento antinarcóticos de la Policía Nacional, oficina Alto Paraná, cuenta con 8 agentes que están, a cargo del Crio. Jorge Vidallet. Sin embargo, propios colegas de los mismos aseguran que prácticamente “nunca se los ve trabajando”, y más bien pasan el tiempo en su oficina o, entonces, salen a hacer recorridos, sin rendir cuentas a nadie.
El “secretismo” con el cual se maneja dicha unidad policial se justificaría si hubiese resultados de gestión, pero las estadísticas no les favorecen. El único procedimiento que realizaron durante esta pandemia data del 25 de junio pasado, cuando detuvieron a un traficante de poca monta, identificado como Milciades Galeano Amarilla, y de su poder se incautaron 5,4 gramos de crack, dinero en efectivo que totalizó G. 57.000 y USD 1 (G. 6.500), un teléfono celular y una balanza de precisión. Fue durante un allanamiento de una vivienda del barrio Virgen de Fátima de Ciudad del Este.
Este procedimiento, con la requisa de poco más de 5 gramos de crack, no justifica siquiera el sueldo de un personal de dicho departamento.
No obstante, nuestra fuente asegura que los de antinarcóticos de la Policía conocen perfectamente el movimiento de algunos “peces gordos” del narcotráfico, que operan en la región. Sin embargo, los policías estarían cobrando semanalmente para permitir que los narcos sigan operando “normalmente”. De estos “ingresos extra”, buena parte también llegaría a los jefes policiales en la capital del país, motivo por el cual estos no exigen resultados a sus subordinados. Nuestra fuente refirió que, mientras los efectivos de este departamento sean avalados por la Comandancia policial y el Ministerio del Interior, seguirán meramente como planilleros en Alto Paraná, con el agravante de que hacen “causa común” con los narcotraficantes.