Según datos de la propia comandancia de la Policía Nacional, en Alto Paraná fueron designados 1.386 agentes, distribuidos en todas las comisarías, Montada, Lince, Motorizada y el Grupo Especial de Operaciones (GEO), sin embargo, en las calles el ciudadano común vive una sensación de inseguridad tremenda.
Los delincuentes no dan tregua y la Policía Nacional aparentemente centra más su atención en los controles extorsivos y guardias privados, que en patrullas preventivas. Para tener un parámetro, solo durante el fin de semana último, bandidos ejecutaron millonarios asaltos y robos que hasta el momento no fueron aclarados. Uno de ellos ocurrió en el barrio Acaray de Ciudad del Este, donde desconocidos tomaron por asalto la vivienda de un médico cirujano, de nacionalidad española, y tras reducirlo se alzaron con G. 13.000.000, dos computadoras portátiles y dos tablets. El hecho ocurrió a las 03:00 del sábado. En otro caso, registrado en Presidente Franco, marginales ingresaron a la oficina de una carpintería y robaron G. 6.000.000, una notebook, varios cheques y pagarés, además de un televisor plasma. Este hecho también ocurrió en horas de la madrugada en la jurisdicción de la subcomisaría 12ª de esta ciudad.
La tercera fase de la cuarentena inteligente trajo consigo el incesante aumento de los hechos delictivos en el Alto Paraná, donde a diario ocurren varios asaltos y robos a locales comerciales y viviendas comerciales, mientras que la Policía Nacional se dedica a realizar «controles y guardias privados» para evitar la expansión del Covid-19, que no pasan de ser extorsivos. Mientras tanto, la ciudadanía queda totalmente desprotegida, a merced de los delincuentes que atacan de día y de noche.