
El Ing. Ricardo Kiriluk, miembro del Consejo Directivo de Fepama y gerente general de la firma Desarrollos Madereros SA (POMERA), una de las principales proveedoras de madera reforestada a nivel nacional, destacó en entrevista que “Paraguay tiene un potencial enorme con las ventajas que ofrece en cuanto a clima y suelo para el desarrollo del sector forestal”.
El mismo comentó que “iniciamos el proyecto forestal en el año 96, comprando campos en la zona de Caazapá. En el 98 expandimos el proyecto y llegamos al Alto Paraná. Desde entonces producimos rollos para la industria sólida del Paraguay, a partir de la especie del Eucaliptos, esa es nuestra especie de producción. Buscamos que los árboles tengan rollos de diámetro importante, para que la industria pueda abastecerse. Hoy día exportamos a Europa, también a EEUU proveemos tabla para muebles, y queremos entrar con tableros laminados. Coqueteamos un poco con China, pero con ellos es difícil por sus costos bajos, pero con la calidad de madera que tenemos, esperamos ingresar al sur de Asia y ojalá eso sea una importante entrada de divisas para el país también”, comentó el entrevistado.
Agregó que “desde el año 2005 estamos abasteciendo con bosques maduros a la industria local, y generando puestos de trabajo para el sector forestal, que tanto lo necesita. Para que el proyecto sea rentable y tenga un impacto en la sociedad, generalmente hablamos de 5 mil hectáreas para arriba. Nosotros hoy día estamos con 9 mil hectáreas, pero eso no impide que pequeños productores también lo puedan hacer. Los sumamos con pequeñas parcelas, que tienen su caja de ahorro en el árbol de eucaliptos, que les da un oxígeno a la familia campesina”, explicó.
Sobre el ciclo productivo mencionó que es de 7 años, “cuando cortamos el árbol, si bien pretendemos extender un poco más el turno, llegar a 9 años, pero la demanda del mercado local muchas veces hace que entremos antes. En este caso hablamos de ciclos permanentes, sin parar, hoy día ya estamos normalizados, vendemos anualmente a la industria de aserraderos y laminadoras unas 180 mil toneladas al año, que se despachan en los campos todos los días”.
“Paraguay tiene una tradición forestal histórica, aprovechando madera del bosque nativo. Vimos que esa es una fortaleza del país, hay industriales que saben lo que es procesar madera y tenemos obreros con conocimiento de la industria, que con pequeñas capacitaciones pueden producir con la tecnología nueva. La tecnología es muy importante, desde el 97 estamos con un programa de mejoramiento genético del Eucaliptos, año tras año sacamos materiales nuevos, donde sacamos las mejores características de los árboles, en cuanto a velocidad de crecimiento y calidad de madera.
Además de la tecnología, también es importante trabajar responsablemente. Nosotros estamos certificados con el sello FFC, conocido también como el sello verde, que nos obliga a encontrar una sustentabilidad ambiental, social y económica del proyecto. Esta evaluación se hace mínimo una vez al año”, indica el profesional maderero.
“Hoy los productos producidos en Paraguay tienen una imagen distinguida en el exterior, la marca país para la madera paraguaya, muy reconocida a nivel mundial. Paraguay tiene condiciones ambientales de tierra y de agua, climatológicas, que lo hacen muy propicio para el desarrollo de proyectos forestales. Inclusive hay mucho potencial para una producción de celulosa, al estilo Uruguay, algo que atrae muchas inversiones. Eso tiene un impacto muy fuerte en la economía. Hay espacio para crecer, la población está ávida que se generen fuentes laborales, ojalá se pueda dar esto.
Tenemos conocimiento de varias empresas que están con un pie acá, queriendo invertir. Algunas con capital europeo, otro de americanos, que ya están pensando en comenzar a cortar, en unos 7 años. Lo más difícil que vemos en el mercado es convencer a la gente a invertir y saber que es a largo plazo, es decir desde los 7, 8 o 9 años, que se comienza a talar los árboles. Es una cuestión entendible, porque la producción tradicional en Paraguay es a corto plazo”.
Finalizó diciendo que “el 2019 fue un año difícil para el sector forestal, tuvimos una retracción de la economía regional y global. Esperemos volver al ritmo que tuvimos en 2018, aunque lógicamente las consecuencias por la pandemia del Coronavirus también son bastante fuertes, entonces seguramente la recuperación económica ya se daría a principios del 2021”, concluyó.