La frontera entre Brasil y Paraguay está bloqueada, y desde ambos países hay restricciones para los connacionales y extranjeros.
El Gobierno de Jair Bolsonaro resolvió finalmente ayer cerrar sus fronteras con los países de América del Sur, dentro de un plan de lucha contra la pandemia del coronavirus. El paso es para transitar en rutas nacionales y estaduales, pero no incluye a los aeropuertos.
La medida es celebrada en la zona que ya cuenta con el bloqueo total del Puente de la Amistad, desde el pasado lunes. En Foz de Yguazú, ciudad limítrofe con Ciudad del Este, el intendente Chico Brasileiro, dispuso que locales como shoppings, restaurantes y otros, permanezcan cerrados y, hasta el momento, supermercados, carnicerías y otros de venta de la canasta básica, siguen abiertos al público.
El bloqueo fronterizo en Brasil es por 15 días y esto generó preocupación en la comunidad esteña, que mayoritariamente adquiere sus productos de consumo familiar en los centros de abastecimiento de Foz de Yguazú. Ya el cierre de los límites fronterizos dispuesto por el Gobierno nacional hizo que los precios se dispararan en el mercado local y también las especulaciones de los puntos de venta al por mayor.
El documento del Gobierno Federal indica que el extranjero que no acate la restricción será expulsado inmediatamente. Asimismo, revela que las cargas seguirán entrando al país y también las acciones comunitarias.
Se permitirá el tráfico de transporte de cargas, tráfico de residentes de ciudades gemelas con línea de frontera seca, además de la ejecución de acciones humanitarias transfronterizas previamente autorizadas por las autoridades sanitarias.
La determinación está firmada por los ministros de la Casa Civil, Braga Netto, de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, y de Salud, Luiz Henrique Mandetta.
