Piden fin de controles extorsivos y destitución de fiscal y sus asistentes
Un grupo de ciudadanos de Hernandarias presentó una nota al fiscal adjunto de la región, Edgar Augusto Moreno, denunciando los esquemas extorsivos que son víctimas de parte de los asistentes fiscales y de la misma fiscal, Natalia Montanía.
La nota relata que varios ciudadanos expresan su preocupación y denuncian actuaciones irregulares en lo referente a procedimientos de “alcotest” que, según los mismos, son realizados con el único objetivo de recaudar, enmarcados en una verdadera rosca que incluye a funcionarios fiscales, policías, agentes de tránsito, caminera, entre otros.
M encionan que los asistentes fiscales contarían con la autorización de Montanía, pues no se explica cómo pueden realizarse estos procedimientos sin conocimiento de la misma, quien debería tener el control sobre las actividades realizadas por sus funcionarios en nombre de la unidad fiscal.
La misiva expresa que “son señalados por varios ciudadanos de nuestra comunidad por estar comandando un esquema extorsivo con controles de alcotest dentro de la ciudad de Hernandarias que, según manifestaciones, buscan a toda costa una rápida solución en los controles con el simple hecho de recaudar dinero de forma extorsiva”.
En otro párrafo nombran a los asistentes que supuestamente están detrás de este esquema, que son Teresa “Chechi” Báez (en realidad conocida como “Techi”) y Joel González, “que según manifestaciones los mismos realizan controles acompañados de agentes policiales, actuando de forma prepotente para solucionar de forma rápida para no ser derivados al Ministerio Público”.
La carta asimismo expresa que en “su momento, la propia Corte Suprema de Justicia ha emitido un fallo donde le saca acción al Ministerio Público en causas por alcotest”. Por dicho motivo, los firmantes solicitan la destitución de los denunciados, es decir, los asistentes fiscales y la propia titular de la unidad, Natalia Montanía.
Cabe recordar que “Techi” Báez había estado involucrado en el caso de extorsión denunciado por José Zamora Linares, español a quien funcionarios fiscales y policías habrían robado más de 100 mil euros, tras un procedimiento en el aeropuerto Guaraní, comandado por la propia Natalia Montanía. El ibérico hasta ahora se mantiene en su versión involucrando también al marido de Montanía, el diputado Manuel Trinidad.
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