El juez Agustín Cabral, quien fue destituido de su cargo el pasado 13 de agosto del 2019, por decisión del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), sigue como si nada “impartiendo justicia” en Presidente Franco. Esto pese a haberse probado fehacientemente conductas de mal desempeño en sus funciones.
Su puesto había quedado vacante, sin embargo, según fuentes, el mismo nunca dejó la función como juez de Paz que desempeñaba. Cabral ya había sido suspendido en el 2011, volvió a incurrir en faltas y fue destituido.
Según fuentes judiciales, aparentemente, de la mano de la familia Zacarías, el destituido magistrado se aferra a la silla y aún se aventura en el Juzgado para seguir con los acostumbrados beneficios propios y cumplir las exigencias del clan esteño.