Los funcionarios aduaneros que forman parte del cuadro de la Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA), encargada de combatir el contrabando en todo el territorio paraguayo, desde la eliminación del Departamento Técnico Aduanero de Vigilancia Especializada (DETAVE), estarían adoptando el mismo esquema operativo de los miembros de este último desaparecido organismo, a juzgar por los nulos resultados durante los primeros tres meses de haber entrado en acción. Por el puerto Tres Fronteras, diariamente ingresan toneladas de mercaderías de contrabando y son trasladadas al mercado de abasto de Ciudad del Este y a otras localidades del Alto Paraná, incluso, a otros departamentos.
Tratándose de los mismos funcionarios aduaneros y solamente con una nueva denominación de la institución (DETAVE a COIA) no era de esperarse mucho con relación al contrabando que goza de buena salud a lo largo y ancho del país, justamente por la complicidad de los aduaneros que, en lugar de hacer frente al ilícito, se convierten en principales cómplices de los contrabandistas.
El décimo departamento es quizás la zona donde más abunda el contrabando, precisamente por la complicidad de los aduaneros y de otras instituciones oficiales. Los miembros de la COIA, que actualmente están dispersados en casi todo el Alto Paraná, no han hecho nada más que adecuarse al viejo esquema corrupto montado por sus colegas del otrora DETAVE, y cobran coimas a los pequeño y grandes contrabandistas.
Lo chistoso de todo es que la institución, cuyas atribuciones fueron ampliadas desde que el ejecutivo eliminó DETAVE, recicló a los mismos aduaneros que siempre formaron parte del viejo esquema de corrupción. En la próxima edición se divulgarán algunos conocidos aduaneros con oscuros antecedentes y que hoy forman parte de la COIA, presentada por el Gobierno como un ente de gran importancia para combatir el contrabando.
La nula acción de estos funcionarios aduaneros destinados a realizar trabajo en el Este del país se evidencia con el ingreso de contrabando sin cesar por el puerto Tres Fronteras, en Presidente Franco. De acuerdo con los datos, estos miembros de la COIA cobran un monto semanal a sus colegas apostados en el puerto privado Zoframaq, a cambio de no perseguir a los contrabandistas que operan por ese lugar.
El principal cerebro del gran volumen de ingreso de productos argentinos por Tres Fronteras es el subadministrador, Teodosio “Toto” Flores, quien, pese a las evidencias en su contra, es intocable presumiblemente por su gran capacidad recaudadora y por producir para la corona.