El fiscal Edgar Torales imputó ayer a un presunto depravado sexual que habría abusado de dos niñas de 8 y 9 años, respectivamente, en la vivienda familiar ubicada en un predio rural de Minga Guazú, propiedad del padre de la denunciante y madre de las niñas presuntamente abusadas. Se trata de Rubén Coiteaux Fariña, de 36 años, domiciliado en el barrio San Carlos del vecino municipio, quien soporta proceso penal por abuso sexual en niños.
Edgar Modesto Torales, fiscal que procesó al presunto depravado y solicitó su prisión preventiva. La denuncia se presentó en mayo último.
La madre de las presuntas víctimas comentó que el sujeto es concubino de su hermana y aprovechando su ausencia en los días de feria donde exponen sus productos agrícolas, el sujeto las abusaba sexualmente, dado que las mismas quedaban a cargo de su abuelo, también ocupado en tareas propias de la chacra. El presunto depravado fue convocado en la Fiscalía donde prestó declaración indagatoria, acompañado de su defensora técnica.
La representación pública ordenó diligencias preliminares antes de iniciar el procedimiento penal contra el sospechado, utilizando en sus fundamentos los dictámenes expedidos por el médico forense, Eduardo Cano, y la psicóloga Cinthia Galli. Esta última detalló en su informe los daños compatibles con el relato de hechos que obra en la carpeta de investigaciones y recomienda urgentes medidas de protección y resguardo de las niñas.
La madre de las menores estuvo acudió ayer al Ministerio Público y manifestó una serie de preocupaciones generadas por la situación, atendiendo que el concubino de su hermana fue conminado a abandonar el sitio por el padre de las mismas y el sujeto ahora imputado se niega a dejar su domicilio. Agregó que la preocupación es mayor, luego de que el abuelo de las supuestas víctimas haya procedido recientemente a comprar herramientas, entre ellas un machetillo que –presumen- sería utilizado para apartar al sospechado del vínculo familiar.
La frecuencia de las amenazas preocupa a los padres de las niñas víctimas, que por la naturaleza de su trabajo deben obligatoriamente dejarlas al cuidado del abuelo materno, cuando el sujeto aprovecha para pervertirse.
Con los elementos primarios colectados, el fiscal requirió ante el órgano jurisdiccional la prisión preventiva de Coiteaux Fariña, por la elevada expectativa de pena prevista en la norma para la tipificación enunciada.
