En un furibundo escrito de cuatro fojas, la abogada Mónica Ayala Arévalos recusó ante el adjunto Edgar Moreno a un agente fiscal que la procesó con pedido de prisión preventiva. Se trata del titular de la unidad 11, Sergio Irán Villalba, al que acusó de parcialidad manifiesta y solicitó la reasignación de su causa por invasión de inmueble ajeno, hurto agravado y otros, ya que sindica a la representación pública de actuar con evidente parcialidad manifiesta a favor de la denunciante, Dilma Urunaga.
La recurrente indicó en su presentación que el fiscal recusado le negó el derecho a la defensa, que la imputó sin siquiera haberla llamado a una declaración indagatoria y, para dejar clara su parcialidad, requirió al juzgado su prisión preventiva en el marco de hechos punibles que niega de forma categórica haber cometido. La letrada se enteró de su imputación cuando fue a la unidad de marras a presentar elementos que, según ella, ameritaban su desvinculación de la causa y al solicitar explicaciones y hacer cuestionamientos, recibió por respuesta que “no necesitamos su indagatoria y que el fiscal tiene facultades para imputar sin ninguna necesidad de indagatoria”. Ayala señaló al adjunto que ninguna de las diligencias por ella solicitadas fue atendida por el fiscal, al tiempo de agregar que el escrito de imputación no es más que una transcripción de la ratificatoria de Urunaga, que la agravia y la deja totalmente desprotegida, hasta amenazada.
Acusó al fiscal de mal desempeño en sus funciones, persecución de inocente, coartar la libertad de las personas y violación al derecho a la defensa, esta última, fundamental en toda causa jurídica. La decisión de la petición queda en manos del adjunto Edgar Moreno, quien, de atender el pedido de la abogada, deberá reasignar la causa a otro fiscal para continuar el proceso. La letrada cuestionó la manera “grosera” en que fue imputada, aún cuando ella misma se encargó de proporcionar elementos de juicio al investigador del caso, como fotografías y filmaciones donde se puede ver a uno de los hijos de su denunciante cuando cargaba los enseres, que le atribuyó haber robado, en un camión para trasladarlos con destino que ella dijo desconocer.
