Los concejales zacariistas de la Junta Departamental no hacen oposición al gobernador González Vaesken, pese a que forman parte del grupo de colorados antagónicos al del ejecutivo departamental. El principal motivo sería porque los mismos mantienen a sus familiares como funcionarios de la Gobernación del Alto Paraná. Al igual que sus colegas, estos ediles se mantienen en silencio ante la mala gestión de González Vaesken.
La semana pasada, el concejal Oswaldo Báez (ANR) criticó que la mulitbancada haya reelegido a Julio Landaida como presidente del pleno. Agregó que la sesión extrordinaria del viernes último, durante la cual se eligió al titular de la Junta, no fue publicada y que va en contra el reglamento interno, porque la elección debía hacerse el 15 de agosto. Igualmente, añadió que la intención del bloque integrado por colorados, luguistas, patriaqueridistas, independientes y liberales es seguir “apañando las irregularidades cometidas por el gobernador”.
Sin embargo, la bancada zacariista del legislativo se mantiene en el más absoluto silencio ante las irregularidades cometidas por el gobernador. Además de Báez, conforman el bloque colorado los ediles Pedro Ovelar, Luciana Porcionato, Freddy Chamorro, Elvio Benítez y Amado Domínguez.
Ninguno de los ediles ha propuesto solicitar informes sobre temas cuestionados al gobernador y tampoco se pronuncian con críticas hacia la gestión del ejecutivo, pese a que ya se registraron numerosos casos polémicos.
Báez tiene a su hermano Julio Báez como funcionario de la Gobernación, en la secretaría de la tercera edad. Igualmente, el concejal Elvio Benítez tiene a su hija, de nombre Paola Benítez, en una de las dependencias de la institución. Asimismo, Pedro Ovelar tiene a un familiar de nombre Derlis González en la administración regional.
Según fuentes, los mismos tendrían acuerdos con el ejecutivo, de manera que los parientes sigan en sus puestos a cambio del silencio de los zacariistas.
Los ediles ubicaron a sus familiares durante la administración del exgobernador Justo Zacarías y, desde entonces, cobran un salario del erario público. Estos concejales también gozaron de privilegios, como costosos viajes al extranjero, pagados con los recursos de la Gobernación.
PÉSIMA GESTIÓN
La gestión del gobernador puede ser considerada desastrosa, puesto que en el octavo mes del año, las escuelas públicas que deberían recibir el almuerzo escolar, los niños siguen sin los alimentos. El ejecutivo adjudicó por unos G. 7.000 millones la provisión de las raciones a la empresa Girasol S.A., que no cuenta con los requisitos para hacer el trabajo, por lo que fue sancionada por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP). González Vaesken llegó a emitir seis adendas con la intención de ajustar los requerimientos a las posibilidades de la empresa.