Una trifulca en el interior de una celda del penal regional de CDE, el sábado a la noche, derivó en el asesinato de un condenado a 30 años por doble homicidio doloso, coacción sexual y violación. Marcos Aurelio González, mayor de edad, habría negado ante sus compañeros de celda la autoría de los hechos que la Fiscalía le atribuyó, pero al ser sentenciado a la pena máxima con pruebas irrefutables, resolvieron ajusticiarlo un día después de conocerse la condena.
Alrededor de las 22:00, según el informe del departamento de seguridad del penal, se habría iniciado una suerte de motín, en la celda donde se encontraba el condenado. En la trifulca, González fue brutalmente castigado físicamente e incluso recibió una herida con arma blanca de fabricación casera (estoque), por uno de los reclusos que no fue identificado formalmente aún.
El personal de guardia del centro penitenciario trasladó al herido al Pabellón de Traumas, donde dejó de existir ayer, alrededor de las 04:00, víctima de paro cardiorespiratorio por politraumatismos, según el diagnóstico emitido por la médica forense, Dra. Andrea Giménez. Intervino en el caso la agente fiscal penal de turno, Estela Mary Ramírez, quien posterior a los trámites de rigor, ordenó la entrega del cadáver a Víctor González Giménez, hermano del ajusticiado.
El director de la penitenciaría regional, abogado Alberto Orella, dijo ayer a La Clave que ya remitió la lista de personas privadas de libertad en la celda donde se produjo el hecho, sin identificar a quienes produjeron las heridas que derivaron en la muerte del violador condenado.
LOS ANTECEDENTES
Marcos Aurelio González fue condenado el pasado viernes, un día antes de su muert, a 30 años de prisión al ser hallado culpable de los hechos punibles tipificados como homicidio doloso, coacción sexual y violación, probados en juicio por el fiscal Edgar Modesto Torales, conforme explicó el juez Carlos Vera Ruiz, presidente del tribunal de sentencia que condenó al acusado.
Los hechos ocurrieron el 4 de marzo de 2012 y resultaron víctimas dos hermanas de 6 y 8 años, respectivamente, quienes fueron abandonadas por su hermana de 14, quien resolvió ir a una discoteca del vecindario en el km 30 de Minga Guazú. Un vello púbico hallado en el cuerpo de una de las víctimas fatales, que fue sometido a la prueba de ADN, determinó la autoría de González, según dijo el presidente del tribunal que condenó al ahora fallecido a la pena máxima de 30 años.
