Una desalmada pareja, conformada por un uruguayo y una paraguaya, fue detenida ayer durante un operativo fiscal-policial de entrega vigilada. Los mismos fueron aprehendidos por uniformados cuando trataban de vender a su propia hija de apenas 12 días de vida por la mísera suma de G. 1.000.000. Una vecina los denunció y se montó el procedimiento que derivó en la detención de los desalmados padres. El curioso caso ocurrió ayer, alrededor de las 12:00, en el predio el Hospital Regional de Ciudad del Este.
Los detenidos fueron identificados como José Michael Placeres Pérez, uruguayo, de 42 años, y su pareja María Elena Belotto Sotelo, paraguaya, de 27 años. Ambos son los padres de una pequeña beba de apenas 12 días de vida y además tienen otra hija de 1 año y cuatro meses.
Los mismos fueron aprehendidos ayer cuando “comercializaban” a su propia hija recién nacida, a quien pretendieron vender por la ínfima suma de G. 1.000.000 a una persona asignada por la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CODENI), quien se hizo pasar por alguien interesada en la criatura para descubrir el modus operandi de la pareja.
VECINOS DENUNCIARON
Alice Monges, interventora de la CODENI, dijo a los medios de comunicación que pudieron evitar un caso de trata de personas, gracias a la denuncia de los vecinos que sabían que los ahora detenidos querían vender a su pequeña hija. Más aún porque no es la primera vez que intentan “negociar” criaturas.
CONTRADICCIONES
Placeres Pérez, primero negó el hecho, pero después cayó en contradicciones al decir que lo hizo por el bien de su otra hija, alegando que no podía mantener a dos retoños.
El extranjero, en todo momento, acusó a la madre de encabezar las negociaciones de la venta, sin embargo, en un mensaje de audio reveló totalmente lo contrario.
DINERO
Tras la detención de ambas personas, los investigadores recuperaron las evidencias, es decir, el dinero que totalizaba el G. 1.000.000 y las documentaciones de los mismos. Intervinieron en el caso las funcionarias de la CODENI, la agente fiscal Stela Maris Ramírez y agentes del Departamento Antitrata de Personas de la Policía Nacional. Luego del procedimiento, la niña de un año y cuatro meses quedó a cargo de la CODENI, mientras que la recién nacida está internada en el hospital público.
