Un delincuente que, apunta de una pistola de juguete y arma blanca, había asaltado a dos hermanos fue hallado culpable por un hecho de robo agravado y condenado a cinco años de pena privativa de libertad. El sentenciado está identificado como Marcos Antonio Paredes, quien -juntamente con un cómplice- en cuestión de minutos asaltó dos veces los hermanos Oliver y Jonathan Fernández. El juicio oral se realizó ayer en Ciudad del Este.
El Ministerio Público estuvo representado por la fiscal Lolia Zunilda Martínez, quien probó la existencia del ilícito y la autoría del acusado en el hecho punble contra la propiedad, mediante la producción de pruebas documentales y testificales. El Tribunal Colegiado de Sentencia -presidido por Herminio Montiel y conformado por Zunilda Martínez Noguera y Teresita Cazal- dictó el veredicto, tras valorar los elementos incriminatorios.
Refieren los datos, que el hecho ocurrió el 13 de abril del 2017, sobre la avenida Monday, altura del kilómetro 9, del barrio San Isidro de Presidente Franco. En aquella ocasión, los hermanos Fernández se encontraban en la vía pública cuando fueron atacados por el hoy condenado y un sujeto desconocido.
Seguidamente Paredes desenfundó una pistola (luego se confirmó que era de juguete) y el otro hombre extrajo un puñal con el cual amenazó a los hermanos para exigir la entrega de sus pertenencias. Los afectados fueron despojados de un teléfono celular, un aparato de radio y la suma de 45 mil guaraníes.
Consumado el hecho, el hoy condenado les manifestó a los Fernández que se alejen del sitio sin mirar atrás, caso contrario serían ultimados a balazos, sin imaginar que el arma que portada el encausado era solamente de juguete. Ambos cumplieron con las indicaciones de los marginales porque temían por sus vidas.
Agregan los datos, que desesperados Oliver y Jonathan se refugiaron en la casa de un tío, de nombre Javier Fernández Caballero. El familiar decidió acercarles hasta la comisaría jurisdiccional para denunciar el hecho. Es así que abordaron una motocicleta y se dirigieron a la sede policial, pero por el trayecto y casi en el mismo lugar del primer atraco fueron nuevamente interceptados por los bandidos, quienes les intimaron a descender del biciclo y les revisaron a cada uno, con intenciones de robarles otra vez.
Los delincuentes aparentemente no recordaron que fueron las mismas personas a quienes minutos antes atracaron y despojaron de sus pertenencias. Como no hallaron ningún objeto de valor, trataron de apoderarse de la moto ajena, pero el marginal desconocido se tropezó y cayó en el suelo cuando intentaba darle arranque al rodado. Allí, Juan Fernández reaccionó y aplicó un golpe al sindicado. En ese momento, Marcos quiso asustarles y gatilló el arma que tenía en su poder, pero Juan se percató que era de juguete, por lo que les gritó a sus sobrinos para que reduzcan al asaltante. Las víctimas sometieron a una golpiza a Marcos Paredes, quien fue aprehendido y entregado a agentes policiales de la zona. A su vez, el cómplice logró escapar del lugar y nunca pudo ser identificado.
Tras la comunicación al Ministerio Público, la Fiscalía inició el proceso contra Marcos Antonio Paredes, quien ahora fue sentenciado a 5 años de pena privativa de libertad.