Hoy cumple un mes la iniciativa de una mujer, moradora de la avenida 14 de mayo de Santa Rita, que habilitó una heladera con alimentos para las personas insolventes, las que no tienen un pedazo de pan en sus casas y por sobre todo para los niños en situación de calle. En 30 días, sumaron cuatro heladeras y un fuerte grupo de apoyo que coadyuva en distintos emprendimientos.

Francielle Tis es la creadora de la loable iniciativa y admitió que vio eso en algunos lugares del Brasil, por lo que decidió aplicarlo en Santa Rita, con un éxito extraordinario. Dulces, tortas, sándwiches, jugos, leche, galletitas y otros alimentos eran cargados en la heladera que está a disposición de todos.
La mujer reconoció el gesto de sus vecinos que se prendieron rápidamente a la iniciativa y conformaron un grupo de trabajo que denominan “Ubuntú” (una palabra de origen africano que revela empatía, reciprocidad, amor al prójimo, etc.). Mediante eso, lograron instalar más tres heladeras en otros sectores del municipio.
La otra heladera está frente a una veterinaria en la avenida Los Inmigrantes y la tercera en el hospital distrital de Santa Rita, en el barrio Sinuelo. El otro refrigerador lo utilizan como de distribución, donde guardan los alimentos que deben ser cargados en las demás sedes de atención a las personas necesitadas.
“Cada lugar tiene su encargado y las heladeras las cargamos tres veces al día. A la mañana temprano, al mediodía y luego a la tardecita, con el apoyo de toda la comunidad, dueños de panaderías, restaurantes, donadores anónimos y otras personas de buen corazón que siempre cooperan”, explicó Francielle.
EL GRUPO
Ubuntú está muy bien organizado, cuenta con el apoyo de contadores, abogados, médicos y otros ciudadanos santarriteños que respaldan la tarea solidaria. Afirman que esta asistencia será permanente y que no solo en el periodo de invierno las heladeras solidarias estarán habilitadas.
Cuenta con una página en la red social Facebook, con la denominación “Ubuntú Heladera Solidaria”, donde interactúan constantemente y hacen saber a la comunidad sobre el trabajo que realizan. No descartan que la cantidad de refrigeradores con alimentos para niños de la calle, indigentes, vendedores ambulantes y otros, se extienda a otros puntos del municipio.