El planillerismo en las instituciones públicas más que nunca está vigente. Ayer, un lector de este diario filmó íntegramente cuando una funcionaria de la ESSAP de Ciudad del Este, identificada como Imelda Giménez, quien fuera destituida hace un poco más de dos meses por corrupción, acude a la empresa para marcar su asistencia, pero segundos después abandona nuevamente el recinto. Al parecer, la mujer sigue percibiendo su salario del arca estatal, presumiblemente bajo la protección del actual jefe regional, Carlos Gamarra, quien evitó hablar respecto a la supuesta planillera.

En el Este del país son varias las instituciones que aglomeran largas listas de personas que solamente figuran en la nómina del funcionariado y no prestan servicio de ninguna naturaleza al público, pero llega fin de mes y perciben su salario como cualquier funcionario que sí trabajan. Estos casos normalmente se dan con padrinazgos de políticos o altos jefes de las respectivas entidades, tal como se comprueba con lo que está sucediendo en la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (ESSAP) de la capital departamental, donde la exadministradora, Imelda Giménez, acude toda la mañana al ente estatal al solo efecto de marcar su asistencia para luego retirarse, sin ningún control de parte de los jefes regionales, de quienes gozaría total protección para estar percibiendo su salario de forma totalmente irregular. De esta manera, la exjefe de la entidad estatal se expone a una investigación fiscal por cobro indebido de honorario, señalaron profesionales de derecho consultados sobre el caso.

ANTECEDENTE
En la época en que Imelda Giménez fungía de administradora de ESSAP en la capital del Alto Paraná fue destituida del cargo tras descubrirse un negociado con la instalación clandestina de un desagüe cloacal en un complejo de apartamentos, por la que habría percibido unos G. 20 millones. La conexión irregular, de unos 450 metros, autorizada por la funcionaria, corresponde a un moderno edificio construido en Ciudad del Este, cuyos propietarios abonaron la coima, según la denuncia. La misma llegó a la gerencia del ente estatal a través de su estrecha relación con el clan Zacarías.
JEFES, CÓMPLICES
Los encargados de la oficina regional de la ESSAP serían cómplices de la irregularidad cometida por la exadministradora, pues la misma, quien, supuestamente, en su momento fue destituida por el presidente de la institución, Natalicio Chase.
Ayer, periodista de este medio intentó obtener la versión de uno de los jefes regionales, ingeniero Carlos Gamarra, pero el mismo se excusó, prometiendo devolver la llamada, pero no cumplió.