Los funcionarios del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE) estarían “blanqueando” grandes cargamentos de frutas y verduras que ingresan al país de forma irregular. Un despachante, de apellido Pineda, sería el que se encarga de monopolizar la legalización de los productos frutihortícolas, que son trasladados finalmente a la capital del país para su comercialización. De esta manera, el ingreso ilegal de estas mercaderías hace una competencia desleal a los productores paraguayos.
Son varios los funcionarios del SENAVE que, en lugar de evitar la entrada irregular de productos frutihortícolas, dan su visto bueno sin importar la calidad de estos alimentos, todo a cambio de jugosas coimas de parte de los importadores ilegales que documentan estas mercaderías mediante un despachante de apellido Pineda que estaría operando en el rubro, en contubernio con los aduaneros y empleados, precisamente, del citado organismo estatal. A diario ingresan por camionadas verduras y hortalizas, además de frutas que no se adecuan a las exigencias fitosanitarias y menos aún a la calidad para la importación.
Actualmente, por citar alguno, la importación del tomate está totalmente prohibida, pero aun así los propios funcionarios del SENAVE, a cargo de la ingeniera Raquel López, estarían blanqueando el ingreso del producto a territorio paraguayo, en total contravención al mandato de las instituciones competentes.
El que, supuestamente, se encarga de “habilitar” la importación sería un despachante aduanero, conocido con el apellido de Pineda. Este aparentemente goza de la bendición, tanto de los aduaneros como los responsables del SENAVE, para operar en el rubro y surtir el mercado paraguayo con producción brasilera.
De acuerdo con los datos, al país ingresa a través del Puente de la Amistad, al menos, una decena de camiones semirremolques repleto de tomates, locotes, cebollas y banana, cargamentos exclusivamente comandados por Pineda, a tal punto que ahora es considerado el “jeque” de la importación de productos frutihortícolas.
Sin embargo, los funcionarios directos del SENAVE, no solamente reciben coimas de los grandes importadores sino también de los pequeños contrabandistas, mediante los conocidos como “secretarios”, que nada tienen que ver con la institución, pero muy vinculados a los jefes de turno y que se encargan de cobrar la coima a los que ingresan al país con verduras en pequeño escala.
