Un supuesto mula que pretendía cruzar al lado brasilero con 241 kilos de marihuana prensada a bordo de un automóvil fue detenido ayer al ser descubierto por funcionarios de Aduanas y agentes del Área Naval del Ciudad del Este, durante una revisión de rutina. El hombre fue demorado y entregado a agentes de la SENAD, quienes dieron participación al Ministerio Público. El suceso ocurrió alrededor de las 08:00 en la cabecera paraguaya del Puente de la Amistad.
Se trata de Richard Morel Reyes, de 20 años, quien circulaba a bordo de un automóvil Toyota Carina, de color azul, con matrícula CAD 729, en cuya valijera transportaba 19 paquetes que totalizaron 241 kilos de marihuana prensada, lista para su comercialización. El procedimiento se llevó a cabo en la zona primaria del Puente de la Amistad, en el carril de entrada al país, cuando el conductor del vehículo realizó un giro brusco y optó por no pasar hacia el Brasil, por lo que fue monitoreado por funcionarios de Aduana, apoyados por los efectivos de la Armada Paraguaya apostados en la pista de acceso al Paraguay.
Los aduaneros retuvieron el vehículo y al tratar de revisar la valijera, el conductor les dijo que tenía desperfecto y que no podía abrir, eso llamó la atención de los intervinientes, por lo que procedieron al trasladado del rodado hasta uno de los depósitos de la terminal portuaria donde se pudo confirmar la existencia de 241 kilos de marihuana prensada que el hombre pretendía pasar al lado brasilero.
Inmediatamente, comunicaron el hecho a la unidad especializada antidrogas del Ministerio Público y a agentes de la SENAD, quienes detuvieron al presunto mula e incautaron la droga.
NO HACEN NADA
Los agentes de Antinarcóticos de la Policía Nacional, regional Alto Paraná, cuya base de operaciones está ubicada en Presidente Franco, no realiza ningún tipo de operativo que tenga que ver con la lucha contra el tráfico de drogas. Según los moradores de esta ciudad, en todos los barrios hay personas que se dedican al tráfico y el microtráfico de estupefacientes, sin embargo, los efectivos policiales supuestamente “no tienen conocimiento de dichos lugares”.
Según los datos, los agentes antinarcóticos estarían recibiendo un “canon” semanal de los narcotraficantes, a cambio de que puedan trabajar tranquilos, sin ser molestados e incluso para que sean protegidos por dichos agentes. Esta versión debería ser investigada por los altos jefes policiales, pues, de comprobarse, constituye un despropósito para la Policía Nacional.