Dirigentes de base de Colorado Añetete exteriorizaron sus dudas sobre el liderazgo que pudiera ejercer Luis “Tiki” González en el movimiento, llevando en cuenta la belicosa postura de su hermano, el gobernador Roberto González Vaesken, quien semanas atrás había abandonado la agrupación política porque no logró reinstaurar el cuoteo político en la región. Tiki asumió la responsabilidad de liderar Añetete a nivel regional hace más de una semana, pero no adoptó determinación alguna, por lo que se espera que el presidente Mario Abdo, líder de Colorado Añetete, baje línea para restaurar el orden en su equipo.
Reina la incertidumbre en Colorado Añetete. Hace más de una semana fue confirmado Luis “Tiki” González como nuevo líder en Alto Paraná, sin embargo, el mismo hasta el momento no se pronunció en público ni adoptó determinación alguna, presumiblemente “paralizado” por su propio hermano, quien abandonó el equipo para formar un movimiento propio. En todo esto no incidiría siquiera la libertad del diputado Ulises Quintana, quien ya no contaría con la confianza del presidente para liderar Añetete en el Alto Paraná, según mencionaron fuentes palaciegas.
Lo que estaría “impidiendo” a Tiki de pronunciarse oficialmente como novel líder de Colorado Añetete sería la postura soberbia e intransigente de su hermano, Roberto González Vaesken, hasta hace poco líder natural del equipo. No obstante, el gobernador luego se retiró del movimiento por su incapacidad de gestión ante las instituciones y su notoria inestabilidad emocional.
Como no logró sus objetivos y para no ceder el poder en Añetete, presionó para que sea su hermano, “Tiki”, encargado de seguir llevando los destinos del equipo colorado más fuerte a nivel país. Empero, por caprichos personales, gobernador sigue persiguiendo a miembros de Colorado Añetete, por lo que resulta contradictorio que su hermano sea cabeza visible del equipo.
De hecho, la línea de pensamiento del ejecutivo regional representa una notoria incoherencia, que hace que el equipo esté totalmente paralizado a nivel departamental. Por lo tanto, los dirigentes de base urgen al presidente y sus allegados políticos a que tomen medidas y “baje línea” para que, de alguna manera, pueda retornar la institucionalidad al movimiento. Consideran inadmisible que el clan Vaesken siga manejando Colorado Añetete, después de la abierta afrenta del gobernador al presidente, meramente por una cuestión de cargos para sus aliados más cercanos. Los dirigentes consultados indicaron que el país y también la ANR hoy viven tiempos distintos, en donde las presiones y los chantajes por cargos ya no corresponden.
