Agentes de Investigaciones de la Policía Nacional que investigaban el presunto rapto de las dos niñas (11 y 12 años, respectivamente) y la joven de 18 años por desconocidos que circulaban en una furgoneta, tal como las presuntas víctimas manifestaron a sus padres y a los investigadores, aclararon el hecho y finalmente resultó ser una mentira. No ocurrió rapto alguno, las menores estaban de paseo en la casa de una amiga y para evitar ser regañadas, inventaron toda la historia. El actuar de las niñas movilizó a la estructura policial y el Ministerio Público, además de provocar la desesperación de sus familiares.
La desaparición de las dos primas N.T. (11), J.M. (12) y la joven L.M. (18), fue denunciada el domingo pasado, a la mañana, ante la comisaría 2ª del barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este. Según la versión de las presuntas víctimas, se estaban yendo a la iglesia San Francisco, en el barrio Ykua Ka’aguy del km 7 y cuando supuestamente estaban a punto de llegar a la capilla fueron interceptadas por una furgoneta de color gris oscuro con tres ocupantes, quienes a la fuerza y bajo amenazas la obligaron abordar el rodado. Supuestamente, todo el día fueron tenidas dentro vehículo, recorriendo por varios sectores de la ciudad. Los padres de la pequeña recién cerca del mediodía se percataron de lo ocurrido, pues las mismas no habían regresado del catecismo.
MENTIRA
Según los investigadores, las menores y la joven no fueron raptadas y mintieron a sus familiares para evitar ser castigadas. La Policía accedió a imágenes de circuito cerrado donde se observa a las niñas y la joven paseándose tranquilamente por la zona del km 7. Las mismas habían ido a la casa de una amiga donde estuvieron toda la mañana y parte de la tarde del domingo. Para evitar ser regañadas, inventaron la historia de que fueron raptadas y casi violadas en un descampado.