Pese a los controles aleatorios a los itinerarios y condiciones de buses por parte de los fiscalizadores a cargo del director de Transporte Público, Nilson Acosta, los colectivos siguen circulando con viejos y peligrosos molinetes en el centro de Ciudad del Este y sus barrios.
Los empresarios no se adecuan a las ordenanzas vigentes, que prohíben el uso de los viejos «cuentapasajeros». Mientras tanto, los usuarios deben soportar los tediosos momentos de atravesar la pieza de hierro al subir al ómnibus.
Los pasajeros manifestaron además que personas con hijos, de la tercera edad o mujeres con bolsos ya no pueden abordar fácilmente los colectivos y esperan que las autoridades hagan cumplir las ordenanzas y prohíban su uso.
