A plena luz del día, fue detenido el sábado último en la plaza San Lucas de la fracción del mismo nombre, en el barrio San José de Ciudad del Este, un marginal con antecedentes, en momentos que se disponía a comercializar sustancias estupefacientes. Se trata de Edgar González Samaniego, de 33 años, chofer, que era seguido por agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), cayó cuando estacionó una motocicleta, con chapa 513 HGK, a uno de los costados del citado centro de esparcimiento público, siendo alrededor de las 15:45, en momentos en que vecinos se encontraban realizando diversas actividades deportivas.
El sujeto fue alteado y reducido de inmediato por el personal interviniente que convocó al sitio al fiscal Elvio Aguilera, de la unidad especializada de turno, luego de constatar que el delincuente contaba con antecedentes por reducción y robo agravado. La representación pública ordenó la realización de la prueba de narcotest a la sustancia en polvo que llevaba el mula arrojando resultado positivo a cocaína, mercadería que debía ser comercializada en el lugar, según las investigaciones del personal interviniente.
González Samaniego fue llevado a sede de la fiscalía especializada antinarcótica donde se abstuvo a prestar declaración indagatoria, pero fue imputado por tenencia y comercialización de cocaína, con pedido de prisión preventiva ante el órgano jurisdiccional.
El pan de sustancia prohibida listo para su entrega pesaba 920 gramos y se presume que sería comercializada por distribuidores al menudeo que abundan en las inmediaciones. Vecinos del citado lugar son permanentes testigos de la comercialización de drogas de diferentes tipos en el vecindario con la presunta complicidad policial, dado que al ser llamados nunca acuden para intentar alguna intervención.
Diariamente, adictos se reúnen en la plaza San Lucas y es usual que las drogas utilizadas lleguen para su comercialización por el sistema de delivery, ya que se acercan en motocicletas para la entrega e inmediatamente se retiran del lugar. La Policía está en conocimiento de la situación, pero nunca interviene, pese a conocer los horarios de los adictos que luego del consumo ocasionan estragos en las viviendas y en la vía pública del barrio, dijeron vecinos que aplaudieron la intervención de los agentes de la SENAD.
