
Un criminal que atentó contra la vida de un vecino del distrito de Los Cedrales fue acusado por la Fiscalía por homicidio doloso en grado de tentativa, con pedido de elevación para su juzgamiento en contradictorio público. La fiscal Estela Mary Ramírez dispuso la acusación contra Trifonio Zarza González, de 52 años, domiciliado en el barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este, sospechado del crimen ocurrido el 5 de junio de 2004, alrededor de las 21:00 en la vía pública del asentamiento San Isidro, 2ª línea.
En aquella ocasión resultó víctima de homicidio doloso en grado de tentativa Bernardino Vera Rojas, quien recibió el impacto de un proyectil de arma de fuego en el muslo izquierdo al salir de un almacén donde fue a hacer compras. En el lugar se encontraba el ahora acusado consumiendo bebidas alcohólicas en compañía de Juan Ramón Caballero, alias “médico’ i”, con quien siguió a la víctima y sin mediar palabras efectuó dos disparos, uno de los cuales impactó en Vera Rojas y quedó en el abdomen, según expresa la conclusión fiscal.
El herido fue socorrido por familiares y otros vecinos hasta el Hospital Regional de la capital departamental, debido a la gravedad de las lesiones sufridas a raíz del impacto, donde quedó internado. En el curso de las investigaciones, la víctima declaró que el hecho ocurrió frente a su domicilio en momentos en que era agredido verbalmente por los dos citados personajes que a raíz de su avanzado estado etílico no consiguieron acabar con su vida. En casi todos los términos coincidieron los testigos ofrecidos para la audiencia pública por la fiscal del caso, que fortalece la hipótesis que deberá sostener en el contradictorio.
La fiscal Ramírez hizo constar en su escrito que la médica forense Ramona García señaló en su diagnóstico que el impacto de bala puso en riesgo la vida del atacado, con manifiesto ensañamiento, acotado por personal policial especializado en criminalística. Ofreció testimoniales y documentales que deberán ser diligenciadas en el curso del juicio, cuya resolución está a cargo de la juez Alba Meza. Agregó que la conducta desplegada por el ahora acusado es típica, reprochable y antijurídica, que lo exponen a elevada expectativa de pena.