El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció que el Gobierno Federal estudia la posibilidad de reducir los impuestos (del 16% al 4%) que gravan la importación de productos en el sector electrónico, entre ellos, ordenadores y teléfonos móviles de modo a estimular la “competitividad” de la economía del vecino país. Esta medida sería otro golpe más al ya tambaleado comercio de Ciudad del Este. Importadores y comerciantes esteños afirman que si entra en vigencia la disposición podría afectar más del 30% de los productos de este sector.
Los informes indican que, con la medida gubernamental, la intención de Bolsonaro es impulsar la competitividad y la innovación tecnológica en el Brasil, a través del Ministerio de Economía, y para lo cual evalúan la posibilidad de reducir la tasa del 16% a 4% los impuestos a la importación de productos de tecnología de la información, tales como computadoras y teléfonos móviles. Añaden que el presidente brasileño dijo que también analizan la reducción de impuestos para los juegos electrónicos.
Juan Vicente Ramírez, integrante de la Cámara de Comercio de Ciudad del Este, señaló que la medida que pretender aprobar el gobierno de Bolsonaro afectará en un 30% a los productos comercializados en el microcentro esteño, cuyos impuestos desean reducir.
Ramírez recordó que durante el gobierno de Luiz Inácio “Lula” Da Silva, se había dado un incentivo fiscal para el montaje de computadoras en Brasil y, a partir de entonces, Ciudad del Este perdió competitividad en el sector informático, a tal punto que varios reconocidos negocios redujeron su operatividad e, incluso, cerraron sus puertas. No obstante, indicó que, aun con el incentivo, se mantiene otros impuestos adicionales que hacen que las empresas que se instalaron en Brasil no pudieron persistir y abandonaron de nuevo el país.
Expresó que el negocio de los celulares en CDE puede mantenerse, debido a que los precios son mejores en comparación con los que son vendidos en el Brasil, pues, pese a la reducción de los gravámenes de importación, imponen otros impuestos adicionales, como ocurrió con la informática.
Por su parte, Juan Antonio Santamaría, de la Fedecámaras, puntualizó que anunció disparó la alarma en los importadores que operan en las ciudades fronterizas con Brasil, teniendo en cuenta que, si se llega a concretar la disposición, puede agravar más la crisis comercial. Agregó que el vecino país tiene una economía convulsionada, y estudian diferentes opciones para evitar la fuga de divisas a los demás países. Refirió, además, que el Gobierno paraguayo debe trabajar con todos los sectores para mantener la competitividad en la frontera.
RECLAMOS AL GOBIERNO
Juan Vicente Ramírez, por otra parte, comentó que los reclamos de los gremios de empresarios y comerciantes de la capital altoparanaense, tras la terrible crisis que experimenta la ciudad, tuvieron eco favorable. Resaltó que el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda y la Aduana, incluye un total de 828 nuevas partidas arancelarias bajo el régimen de turismo, con un descuento del 10% del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Añadió que se está analizando la posibilidad de incluir más productos en la baja de aranceles para su importación.
