Pese a que varias de las máquinas tragamonedas fueron decomisadas por la Municipalidad de Ciudad del Este, el 12 de junio pasado, las mismas siguen siendo explotadas por comerciantes del mercado de abasto, del microcentro y propietarios de puestos de ventas en los diversos barrios de la ciudad. Según se puede observar, los aparatos son utilizados sin ningún pudor en veredas y la mayor parte de los clientes son niños.
Se observa en diferentes comercios del mercado de abasto, en el centro de la ciudad y en los barrios, los tragamonedas siendo concurridos mayormente por menores de edad, y sobre todo, de escasos recursos. Los pequeños, en ocasiones, son los mismos que piden monedas en los puntos semafóricos.
El 12 de junio pasado, la Municipalidad retiró 12 tragamonedas de diversos puntos del mercado y de la zona céntrica. Sin embargo, según los testigos, apenas se retiran los fiscalizadores, los propietarios de las máquinas vuelven a colocarlas en un lugar público para seguir explotándolas. Asimismo, afirman que los fines de semanas y feriados, los infractores aprovechan la ausencia de cualquier tipo de control, y proceden a habilitar los aparatos.
Por otro lado, también existen funcionarios municipales que cobran jugosas coimas para seguir lucrando con la actividad prohibida, y llegan a pagar sumas siderales.
Recientemente, la dirección de Recaudaciones de la Municipalidad, con acompañamiento de fiscales municipales, procedió a retirar las máquinas. Dichos equipos de juegos de azar funcionaban en total transgresión a la ordenanza 54/98, razón por la cual fueron retiradas.
El administrador del mercado de abasto, Alejandro Martínez, informó que los propietarios de los tragamonedas fueron notificados el 23 de mayo. Sin embargo, seguían usando las máquinas.
Datos de la Municipalidad indican que unas 120 máquinas de este tipo están instaladas en locales el mercado de abasto, por lo cual este miércoles se retiró un 10%. Martínez informó que los procedimientos de control continuarán.
En tanto, algunos de los comerciantes se quejan de que Martínez se maneja de manera muy tibia con los infractores de la ordenanza, dado que ocasiona un serio daño a niños y adolescentes.
