El tribunal, presidido por el juez Silvio Salinas e integrado por los jueces Richard Alarcón y Honorina Acosta, sentenció ayer a 40 años de prisión al autodenominado líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Alcides Oviedo Brítez, procesado por el secuestro de Arlan Fick, ocurrido en el 2014. El inusual juicio se produjo en una sala arreglada para el efecto en la misma Agrupación Especializada de la Policía, donde el condenado guarda reclusión por el secuestro de María Edith de Debernardi, causa en la que fue condenado a 18 años de prisión, que se completará en el 2033.
Los magistrados que lo sentenciaron a la máxima pena conocida en el país, lo hallaron culpable de los hechos tipificados como secuestro, extorsión, extorsión agravada, terrorismo y asociación terrorista, según explicaron sucintamente al cabo de la deliberación a modo de justificar la medición de la pena. Agregaron que Oviedo Brítez, aún cumpliendo una condena, no demostró arrepentimiento alguno y lo declararon como un “peligro para la sociedad paraguaya”, al explicar la aplicación de 10 años de prisión como medida de seguridad. “Tuvo una actitud violenta siempre y amenazó de muerte a todos los periodistas que se encontraban en la cobertura de la sentencia del juicio”, señalaron los magistrados. Se demostró que Oviedo Brítez escribió la nota en la que se pedía la liberación de miembros del EPP que se encuentran en diferentes penitenciarías del país, a cambio de dejar libre al secuestrado Arlan Fick.
El criminal sentenciado cumplirá 15 años de los 18 que pertenecen a su primera condena por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi. Oviedo Brítez calificó el juicio como una farsa y dijo que el defensor público que lo representa apelará la sentencia, “demostrando punto por punto, los vicios del tribunal de sentencia que no es más que una prueba del odio infame que le tiene la Fiscalía y el Poder Judicial”.
Acotó que el tribunal que lo condenó es una basura. “Está enfermo este tribunal, deben estar en el siquiátrico”, señaló al tiempo de acusar de odio y maldad al fiscal Joel Cazal, quien lo investigó y logró su condena.
Negó en todo momento haber escrito carta alguna sobre el secuestro de Fick y menos que haya propuesto un intercambio al Gobierno. Ni siquiera los periodistas se salvaron de los insultos, ya que, según Oviedo Brítez, el EPP solamente existe en la mente de ellos y que si la basura fue contra él, la condena es igualmente para él, finalizó.