El miembro de la Cámara de Apelación en lo civil, Perfecto Orrego, se estaría aferrando llamativamente a un juicio donde está en juego la suma de G. 1.300 millones. El magistrado fue recusado sin expresión de causa y en lugar de apartarse de la causa se aferra a la causa en total contravención de lo que establece la legislación que garantiza a las partes, en cada etapa procesal en lo civil, presentar una vez la recusación, petición a la que los magistrados no pueden oponerse.
Lo curioso de todo y lo que evidencia un extremo interés del juez Perfecto Orrego en una causa en la que la viuda de un docente universitario, pretende recuperar su dinero depositado en una cuenta de la Cooperativa Universitaria, que asciende a unos G. 1.300 millones, dinero que es pretendido por la examante del extinto educador, identificado como Mario Gustavo Acevedo.
De acuerdo con la denuncia presentada por la abogada Nenia Teresa Martínez, representante convencional de la viuda del docente, Laci Da Fonseca, el magistrado incurre a mora y en lugar de dar lugar a su petición, una recusación sin expresión de causa, el mismo se aferra al expediente y no dio lugar a su pedido, atentando contra el principio procesal, la justicia pronta y barata. Lo que raya lo absurdo, siempre según manifestaciones de la profesional del foro, es que los abogados de la examante impugnaron la recusación sin expresión de causa planteada por Martínez, situación que no se puede dar en esos casos, atendiendo a que es un derecho natural de todos litigantes valerse de esa posibilidad que la ley les concede.
La profesional del derecho explicó que el juez Orrego, incluso, ya había preopinado en la causa principal que se dirime en el estrado judicial del fuero civil, pues había levantado el embargo del millonario monto a fin de permitir a la supuesta examante del extinto docente, identificada como Irene Caballero Isasi, disponer del dinero. Sin embargo, se había logrado embargar nuevamente la cuenta donde está depositado el millonario monto.
Pero en el transcurso del desarrollo del litigio, la supuesta examante pretendió formar parte de la sucesión, planteando un recurso legal, denominado tercería de dominio, que finalmente fue rechazado por la jueza Natalia Moreno, lo que fue apelada por la contraparte, cayendo nuevamente con Orrego, quien, una vez más, pretendería favorecer a la mujer que entró en el pleito mediante el endoso del certificado de depósito de ahorro, que fue firmado por el ahora desaparecido docente universitario, al solo efecto de garantizar un préstamo a favor de Irene Isasi y no para disponer del dinero depositado, explicó la abogada Nenia Teresa Martínez.
Por último, la letrada explicó a La Clave que el dinero es un bien ganancial entre la pareja compuesta por Mario Gustavo Acevedo y Laci Da Fonseca, pues es producto de la venta de un inmueble, lo que significa que pertenece exclusivamente a ambos y sus herederos. Pero mediante la justicia amañada, la supuesta examante estaría pretendiendo quedarse con el millonario monto, resaltó la abogada.