Las galletitas, complemento de la merienda escolar, fueron quemadas y enterradas en varias escuelas públicas de Ciudad del Este, debido a que los alimentos ya estaban podridos, no aptos para el consumo, según confirmó el fin de semana una docente que trabaja en varias instituciones, pero que prefiere el anonimato ante posible represalia. Las galletitas “rompedientes” fueron entregadas por el gobierno de Justo Zacarías y Fernando Schuster en el 2018, pero se encontraron con la sorpresa de que ya no estaban en condiciones para ofrecer a los niños.
Al inicio de las clases, varios directores de escuelas públicas del departamento, se dieron cuenta de que las galletitas remanentes del 2018, ya no son aptos para el consumo, por lo que algunos procedieron a quemar y otros a enterrar en el patio de la institución, fuera de horario de clase. Recurrieron a este método debido a que las galletitas expedían un olor nauseabundo, pudiendo observar a simple vista que ya no servían para el consumo.
En una escuela recurrieron a la quema de la merienda escolar, mientras que en otra institución enterraron, según comentó una docente que trabaja en dos establecimientos educativos.
Las galletas tenía olor de por si, al mirar ya no sirven, por lo que debieron quemar. No podemos tirar, no va faltar alguien que saque foto y publique diciendo que las galletitas se desperdician. Algunos entierran y otros queman”, dijo nuestra fuente.
La docente expresó que el 95% de los niños rechazan las galletitas que entregan para la merienda. “Los niños no quieren, no consumen, incluso lloran si tratás de insistir para que coman. La chipitas son aceptadas, aunque duro, es más agradable, pero este producto termina en menos de dos semanas”, acotó.
Algunos docentes aseguran que en vez de distribuir galletitas duras es mejor hace sillas con pupitres para la comodidad de los alumnos, pero expresan que la leche es muy aceptada.
