Dos hombres que efectuaron un aterrizaje forzoso, presumiblemente en una “narcoavioneta”, fueron procesados por la Fiscalía de Iruña por los hechos punibles de intervenciones peligrosas en el tráfico aéreo, naval y ferroviario y exposición al peligro en el tráfico aéreo, naval y ferroviario. Sin embargo, no serían investigados por narcotráfico, pese a que existe fuerte sospecha que la nave era utilizada para el tráfico de estupefacientes. La imputación afecta a un brasileño, identificado como Newton Sergio Díaz Donini, de 70 años, y el paraguayo Derlis Brítez, de 44. La fiscal de la causa, María del Carmen Meza, requirió la prisión preventiva de los encausados.
Según la imputación, el 1 de febrero último, a las 15:30 aproximadamente, tres personas realizaron un aterrizaje forzoso a bordo de una avioneta desconocida, en la pista perteneciente a la empresa Agropeco, ubicada al costado de la ruta VI Juan León Mallorquín, altura del Km 177. La aeronave es de la marca Cessna, monomotor, de color blanco con franjas rojas, con matrícula ZP-TDK.
Los agentes policiales, de la subcomisaría 47ª del distrito Raúl Peña, quienes intervinieron en el hecho, sorprendieron a Newton Sergio dentro del predio de la empresa Agropeco, mientras que Derlis Brítez fue aprehendido a bordo de un camión transportador de rollos, en las cercanías del puesto de peaje del distrito de Iruña. A su vez, un tercer sujeto, cuya identidad no pudo precisarse, escapó por la parte posterior del inmueble, según los intervinientes.
La fiscal María del Carmen Meza se constituyó en el lugar del aterrizaje forzoso y pudo confirmar que la aeronave carecía de documentación referente a la propiedad, habilitación por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC) y los tripulantes no tenían un plan de vuelo. Además, los imputados tampoco contaban con licencia para pilotar aeronave.
Existen sospechas que la máquina pertenecería a un grupo de narcotraficantes que opera en el Este del país, pero no fue sometido a peritaje para determinar si fue utilizado para el transporte de algún cargamento de droga.
Ante la sospecha de tratarse de una “narcoavioneta”, agentes especiales de la SENAD se constituyeron en la firma para verificar la aeronave en busca de eventuales evidencias que podrían direccionar para la aclaración del caso. Sin embargo, los antidrogas se trasladaron al sitio después de casi cinco días, lo que hace presumir que se pudo haber limpiado la nave antes de su presencia en el sitio.
