
Unas 3.000 unidades de Play Station (Sony) fueron incautadas ayer por una comitiva fiscal que allanó dos negocios que operaban en el shopping Lai Lai, ubicado en el centro de Ciudad del Este. No se descarta que la comercialización de los productos pueda estar vinculada a grupos terroristas o lavado de dinero, dijo el fiscal interviniente, Humberto Rosetti. De acuerdo con los documentos arrimados por los representantes de la marca, la empresa fabricante no autorizó la venta del producto electrónico en el país.
Los abogados representantes de la marca multinacional Sony denunciaron ante el Ministerio Público la posible venta irregular de los costosos videojuegos. Esto ante la duda del origen y la calidad del producto que se comercializa en Ciudad del Este, aparentemente, sin la autorización de la referida empresa fabricante.
El representante explicó que, además de buscarse aclarar el verdadero origen y calidad de los aparatos, se investigará si su comercialización forma parte del financiamiento de algún grupo terrorista árabe o, en todo caso, forma parte de algún esquema de lavado de dinero.
Rosetti explicó que solicitará el peritaje de los aparatos para la determinación de las dudas existentes y que paralelamente abrirá una investigación si los comerciantes están involucrados a un esquema de lavado de dinero o en el peor de los casos con grupos terroristas.
El representante de la sociedad expresó que uno de los factores que llama la atención es que los aparatos son importados desde África con un precio mucho mayor a lo que vende la fabricante, por lo que se sospecha de la existencia de una irregularidad en la comercialización, es decir, podría tratarse apenas de una simulación de negocios, cuyo objetivo único sería lavar activos.