De un “catástrofe ambiental” califican los bomberos voluntarios la terrible quemazón registrada ayer, desde horas de la madrugada, en el ex vertedero municipal de Minga Guazú, ubicado en el Km 20 Monday, a unos 2.000 metros de la ruta VII, donde quedaron reducidas a cenizas unas 20.000 cubiertas en desuso. Más de 40 voluntarios de diferentes cuarteles de la zona trabajaron arduamente por varias horas para controlar el incendio. El humo que expidió fue altamente tóxico, según informaron los intervinientes.

Las llamas se iniciaron alrededor de las 04:00 de este miércoles y los bomberos de la ciudad llegaron al sitio para intentar sofocarlas alrededor de las 04:30. Trabajaron unas 12 horas para controlar el fuego un 90%, con la participación de unos 40 voluntarios del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Minga Guazú, Ciudad del Este e Yguazú, desde horas de la tarde.
El jefe de la dirección ambiental de la Municipalidad local, Víctor Villasanti, informó que en el lugar había más de 20.000 unidades de cubiertas en desuso. Sostuvo que el predio fue cedido a Servicio Técnico Ecológico (Serteco), empresa que hace la recolección y disposición de basura en el municipio, cuyo propietario es Feliciano Ríos.
Los propios intervinientes sospechan que el incendio fue provocado. La Fiscalía también llegó al lugar para labrar acta de lo ocurrido, pero hasta ayer en horas de la tarde no se registraba ningún avance en la investigación, pues no hubo ni demorados en la causa abierta.
Uno de los cuidadores del predio, identificado como Eulogio Melgarejo, declaró que escuchó dos explosiones durante la madrugada y cuando salió a revisar ya vio el fuego, según Alberto Almirón, capitán mayor del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Minga Guazú.
Almirón sostuvo que es un incendio “altamente tóxico, hasta cancerígeno”. Dijo que a las 16:00 aproximadamente de ayer, se pudo controlar el 90% el fuego. Explicó que el incendio cubrió una hectárea aproximadamente y que un unos 500 metros lineales estaban repletos de cubiertas en desuso. Dijo que a primeras horas no pudieron hacer nada, debido a que no tenían suficiente agua, pero que luego instalaron una pileta para acarrear el líquido con los tanques disponibles.
El bombero agregó que si había viento durante el incendio hubiese sido mucho más peligroso y dañino el fuego, porque avanzaría rápidamente a los otros sectores.