Aunque el Congreso Nacional retomará sus actividades legislativas en marzo, todo indica que el caso del diputado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Carlos Portillo, cayó en saco roto y va camino a la impunidad. El legislador había sido procesado por el juez penal de garantías, Gustavo Amarilla, por los supuestos hechos de tráfico de influencias y soborno, y a raíz de ello sus colegas habían solicitado la pérdida de investidura del legislador altoparanaense.
Supuestamente, Portillo incurrió en el uso indebido de influencias por el caso de Auda Fleitas. En aquella ocasión, a través de un audio filtrado, se conoció que el diputado liberal le pidió una suma de dinero para solucionar un caso penal en el cual la mujer estaba involucrada. La misma estaba procesada por producción de documentos no auténticos y estafa. De acuerdo al audio que se había viralizado en su momento en las diferentes redes sociales, Portillo le dice a Fleitas que solamente faltaba la firma de un magistrado para que la resolución salga a su favor. Para ello, le había solicitado la suma de USD 3.000, con el argumento de que el monto era para los magistrados, según se supo.
A raíz de ello, diputados de diferentes bancadas llegaron hasta la presidencia de la Cámara Baja el año pasado, donde pidieron la pérdida de investidura del legislador liberal. Sin embargo, el proceso se dilató bastante y se iba posponiendo el tratamiento del pedido, debido a que, en ese momento, se estaba analizando la normativa que regule la medida.
En tanto, algunos legisladores manifestaron que el proyecto de pérdida de investidura de Portillo va camino al “oparei”, teniendo en cuenta que ya no se reunirían los votos necesarios para lograr la salida de Portillo del Congreso Nacional.
En varias ocasiones, el parlamentario fue escrachado el año pasado, tanto por la ciudadanía esteña como de la capital del país, Asunción, hecho que supuestamente no le molesta, pero que le inquieta, debido a que su proceso legal será retomado en febrero, apenas concluya la feria judicial, lo que daría pie para volver a pedir la pérdida de investidura, algunos de sus colegas de la Cámara Baja.