La diputada Roya Torres (PLRA), en uso de su derecho a réplica, negó cualquier acusación en su contra sobre la supuesta instigación para invadir inmuebles, al señalar que, por el contrario, es partidaria del respeto a la propiedad privada. Respecto a la versión de que, supuestamente, ejerció influencia para evitar un desalojo en el barrio Caacupemí de Presidente Franco, aseveró que en ningún momento impidió el trabajo de los intervinientes y que en todo momento actuó de observadora del procedimiento.
Roya Torres, esposa del intendente de Presidente Franco, Roque Godoy, desmintió las acusaciones en su contra de supuestamente instigar la invasión de inmuebles en su municipio. Desafió a la familia Servián a que muestre con pruebas si en algún momento tomó intervención y atajó el desalojo. Esto aseveró al momento de explicar que en ningún momento impidió el trabajo de policías y el oficial de justicia, tal como una de las hijas del dueño de la finca afectada, Virgilio Servián, la acusó. Al respecto, adelantó que presentará una querella autónoma contra los Servián, al tiempo de volver a reiterar que no está a favor de las invasiones.
“Puedo decir con total seguridad que en ningún momento he impedido el trabajo de los agentes policiales ni del oficial de justicia, sí estuve presente en el lugar del desalojo (Caacupemí) porque fui solicitada por la gente y como representante electiva de la ciudadanía acudí al sitio para observar el desarrollo del procedimiento, pero sin el mínimo animo de ejercer influencia tal como pretenden dejarme parada ante la sociedad”, espetó la legisladora.
Torres dijo que por ser una persona pública no permitirá que la sindiquen de algo que no es cierto y mucho menos que la difamen públicamente sin ningún sustento ni prueba.
TERGIVERSADA
La diputada aseveró que normalmente se tergiversan la realidad y principalmente para desprestigiar a las personas que trabajan desde el poder por una sociedad más justa y mejor. Agregó que es normal que en épocas electorales surjan las falsas acusaciones que tiene como único objetivo dañar la imagen de otro para debilitarlo electoralmente, tal como lo están haciendo contra su persona y la de su marido, en el municipio franqueño.