Una vez más, los concejales municipales opositores (al clan Zacarías) de Ciudad del Este decidieron presentar un pedido de intervención de la administración municipal de Sandra Zacarías. En esta oportunidad, llevando en cuenta que existen múltiples trabas judiciales, incluso una amenaza de denuncia por supuesto desacato (totalmente descabellado, pero posible en un país donde imperan la corrupción y el bandidaje), motivo por el cual el pedido ha sido derivado a comisiones, para su estudio.
Evidentemente, se trata de una cuestión más bien simbólica, una especie de “mensaje” de los ediles a la ciudadanía, considerando la proximidad de las elecciones internas, que pueden decidir, en gran parte, el futuro político de este nefasto clan. Como bien lo dijo días pasados uno de los precandidatos a la Gobernación del Alto Paraná, Roberto González Vaesken, hay que “acabar con el clan que asfixia Ciudad del Este y todo el departamento”, en abierta alusión a los Zacarías.
Pero retornando al tema de la intervención de la comuna esteña, los ediles ya habían anunciado que insistirían con este pedido, que el año pasado ya había sido formulado, sin embargo, no prosperó en Diputados. Más recientemente, un grupo de senadores también pidió la intervención de la comuna, pero tampoco tuvieron éxito ante sus colegas, quienes prefirieron apañar la corrupción imperante en el Este, antes que velar por el buen manejo del dinero público.
Debemos reconocerlo, existen pocas esperanzas que prospere un nuevo pedido de intervención de la administración McLeod, ya que el propio Horacio Cartes, presidente de la República, calificó de “canalladas” las denuncias hechas por los ediles opositores. A esto se suman jueces obsecuentes y genuflexos, que ya tomaron medidas judiciales, dificultando al máximo a los ediles pedir la intervención de la comuna.
Todo indica que, mientras Horacio Cartes sea presidente, no existe la más mínima posibilidad de que los personeros del clan, que tanto daño ya ha causado a la ciudad y al departamento, sean sacados de los cargos que ostentan, y, aunque duela reconocerlo, gracias al voto popular.
Entonces, la alternancia solo es posible a través del voto del pueblo; las elecciones están cerquita y es muy importante que la ciudadanía en sea consciente de su importancia. Las encuestas muestran que hay un gran porcentaje de indecisos, votos llamados “blancos o nulos”, y son los ciudadanos que pueden hacer la diferencia, si se lo proponen. No sirve plaguearse por las redes sociales; no cuesta nada, el domingo 17, acudir al local electoral y votar, diciendo no a los corruptos, despóticos y cínicos, que hoy están en cargos encumbrados de la política local y nacional, aspirando al continuismo de este perverso sistema.