Al “por mayor” la Junta Municipal está rechazando los negociados de Ña Malandra, sin embargo, el clan ZI ya encontró un nuevo método para imponerse; ahí está el caso de la compra de sillas pupitres por ejemplo, que finalmente fue “autorizado” por el juez Silvio Rojas de Hernandarias, pese al rechazo de la Junta. Si así funcionan las cosas, nos preguntamos: ¿para qué existe la corporación legislativa, si al final es una mera figura decorativa? ¡Ñande loco páma!
La tan mentada autonomía municipal va al tacho de basura con este tipo de decisiones, ya que queda en evidencia que el lord mayor de turno solo necesita encontrar un juez genuflexo para hacer lo que quiera en su municipio, por más absurdo que sea. ¡Piiiipuuuu!
Pero muestra de que en este bendito país el estado de Derecho ya es historia, es lo que ocurrió en Villarrica, donde al gobernador legítimo, Rodolfo Friedmann, lo “renunciaron” para colocar en su lugar a un cartista rabioso. Como en los viejos tiempos stronistas operan estos coloretes. ¡Atajate Catalina!
Casi hubo moquete en la sesión de la Junta de CDE, cuando el concejal Miguel Ángel Coronel, bautizado de “tuya’i tilingo” por algunos colegas, le tildó de “badulaque” a Kelembu, porque éste se refería a Ña Malandra como “ladrona”. Kelembu entonces se levantó y los ediles casi llegan a las trompadas, si no fuese por la oportuna intervención de los colegas, para evitar lo peor. ¡Qué circo!
Hendy la situación del concejal Juan Ángel Núñez, quien prendido del saco de Nicanor, busca una banca en el Congreso. Núñez no logra posicionarse en las encuestas, principalmente debido a sus pésimos antecedentes como legislador comunal, donde siempre se destacó por su improductividad y rabonería, además de su servilismo al clan ZI, que solo terminó en los últimos tiempos, debido a cuestiones politiqueras. ¡Ndiii!