
A nueve meses de un grave hecho en que, presuntamente, la fiscal Liliana Denice Duarte, habría cobrado unos USD 20 mil para desvincular de un caso de intento de homicidio, por supuestamente balear a un joven, registrado el 12 de noviembre del 2016 en Minga Guazú, nunca fue investigada, pese a la contundencia de las pruebas. El fiscal adjunto Alejo Vera, encargado de controlar las actuaciones de los agentes fiscales en Alto Paraná, ni siquiera ordenó un sumario para aclarar el llamativo caso que, sorpresivamente, aparecieron dos oficios judiciales con el mismo número, pero con contenidos diferentes.
Se trata de un sugestivo caso de presunta coima que salpica a la fiscal Liliana Denice Duarte, quien habría recibido una millonaria suma de dinero a cambio de desvincular al presunto narco de una investigación por intento de homicidio, cuya víctima es Gabriel Ángel Quintana Acuña, de 26 años, quien el 12 de noviembre del año pasado, sobrevivió de milagro al atentado contra su persona. Tras recuperarse, el joven denunció a su agresor, a quien identificó plenamente como Felipe Santiago Prieto, un supuesto narcotraficante de Minga Guazú.
El fiscal adjunto Alejo Vera jamás se preocupó en investigar a fondo el grave caso. Es más, la denuncia por supuesta falsificación fue encajonada por el fiscal Miguel Alvarenga para que no se confirme que la firma pertenece a su colega Denice Duarte. La mafia corrupta que existe en el Ministerio Público queda más que evidenciada con este caso que representa una bofetada a la ciudadanía que, en vez, de confiar en la justicia, cada día pone en tela de juicio la actuación de los «representantes de la sociedad».