“Lojas francas” dependen de la reducción de tasas e impuestos para funcionar
La instalación de las “lojas francas” en Foz de Yguazú y otras 32 ciudades fronterizas del Brasil es casi inviable, debido a la burocracia de las instituciones encargadas de regular esta modalidad de comercio. Así lo anunciaron durante una audiencia pública realizada en el país vecino. Los interesados en instalar sus tiendas libres de impuestos en territorio brasilero, por primera vez se reunieron con los representantes de las distintas instituciones del Estado.
La audiencia pública se realizó en el Comité de Supervisión y Control Financiero de la Cámara de Diputados del Brasil, donde ratificaron la falta de un acuerdo entre los distintos organismos para que las tiendas libres entren en operación. Cabe destacar que, hasta ahora, solo se han establecido cuatro tiendas libres de impuestos en las 33 ciudades fronterizas y debido a la burocracia, están en peligro de cerrar.
Ante esta situación, el diputado brasileño Ricardo Barros expresó que “votamos por una ley que crea las tiendas libres de impuestos, pero la Receita Federal pensó que no era algo bueno, y simplemente trabaron la instalación de los free shops”, lamentó el legislador.
De la reunión participaron los intendentes de las ciudades fronterizas, empresarios y expertos en el tema.
INVIABILIDAD
Además de los altos impuestos, la Serpro también cobrará una tasa de 2,62 reales por cada acceso al sistema para efectuar la compra de un producto, independientemente de su valor. Como resultado, a partir de los cálculos mostrados en la audiencia, la exigencia de la RF y la Serpro hace que la mercancía sea cara en torno al 70%.
Además, la instalación de las tiendas libres de impuestos es extremadamente difícil debido a la supervisión excesiva de la Receita. Entre los ejemplos mencionados, se encuentra el hecho de que si el sistema cae, el cliente debe esperar hasta que se restablezca, porque el propietario no podrá emitir la factura
Otros de los problemas es que si el cliente compra un producto de más de 300 dólares, deberá abandonar la tienda, ir al Banco de Brasil, cobrar el recargo del 50% de la cota de compras y luego regresar a la tienda y retirar la mercadería.
Igualmente, la RF publicó una lista general de lo que puede ser comercializado en las “lojas”, entonces nadie sabe específicamente qué productos se pueden vender o no, lo que causa una tremenda incertidumbre legal.
Como se dijo en la reunión, todo esto hace que sea imposible competir con tiendas ubicadas en países vecinos, donde el impuesto total es de aproximadamente el 20%.
SOLUCIONES
Después de la audiencia, las partes interesadas y las autoridades se
comprometieron a buscar soluciones, principalmente a través de legislación
específica para cada caso y el cobro racional de acceso al sistema Serpro (uno
de los principales obstáculos para atraer a los inversores).
“Necesitamos ser competitivos, pero los impuestos en las ventas están en la legislación, entonces tendremos que cambiar las leyes vigentes para competir con las demás tiendas”, dijo Barros.
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